Parte 8

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"Llévalo a casa" se escucho un murmullo.

Diavoro se fue de la habitación, una vez se había vestido y arreglado, entre sueños y cansancio, volví a caer dormido, o trate de dormir pero solo sentí como me soltaron y enredaron en las sabanas. Senti brazos, carro, brazos, cama. Todo eso pasaba, tan pronto oí el sonido del auto.

-Yo lo llevo- reconocí la voz de Fugo, mientras bajamos del carro y me llevo hasta lo que sospeché, era mi recámara. Justo ahí, también reconocí la voz de Mista. Aunque no me tome la molestia de despertarme completamente para hablarle, menos pensé en explicarme

"¿Dónde estaba?"
"Está dormido"
"¿Está bien?"
"Déjalo tranquilo"
"No le hice nada"

Solo escuchaba esas palabras vagas, frases que de pronto me fueron incomprensibles e incompletas. Intente dormir tan pronto Fugo me había dejado en la cama,  hundirme entre almohadas y la sábana pero el ruido, las palabras solo se volvieron más y más fuertes en mi mente. Mis oídos me dolían, sentía que me iba a estallar mi cabeza un instante a otro

-Basta- balbuce -Duele... du... ele- reaccione tapándome el rostro y hundiéndome entre las sabanas. Evite las lagrimas en mi rostro, pero el dolor era tan insoportable

-Giorno- oí que reacciono uno, o los dos.

Uno aparto las manos de mi, y el otro me toco la frente

–Está ardiendo- respondió. De ahí, ya todo se volvió memorias vagas.

No supe quien permaneció junto a mí, cuanto tiempo ocurrió, taparon mi frente con un pañuelo frio para calmar la temperatura. Oía que me pedían que descansara, que durmiera y que pronto estaría bien.

Pero no podía lograrlo, me bañaba en sudor y mi cuerpo temblaba por dentro. No supe cuánto tiempo pasó, hasta que finalmente, de alguna forma se controlo

Solo abrí los ojos lentamente, mientras aun temblaba de frio. Note a alguien junto a la cama y trate de verlo, aunque tenía el trapo sobre mi frente, cubría parte de mis ojos.

-Hola- susurre, y reconocí era sonrisa. Me tomo de la mano, el tacto, su calor en ella, era Mista

-Hola- me respondió, oí como beso su mano y la acerco a mis labios. Donde yo me limite a tocarlo lentamente y con su mano libre, levanto el paño de mi frente.

-¿Cómo te sientes?- me pregunto, mientras quitaba el pañuelo y solo me limite a verlo. Estaba cansado.

-Tengo hambre- fue lo único que se me ocurrió decir, y ambos reímos sutilmente. Parecía que él sabría que diría eso, ya que solo le tomo un minuto sacarme un plato de comida y colocarlo junto a la cama.

Me ayudó, a levantarme con cautela, tome asiento en ella, y en ese instante note que tenía hasta las muñecas vendadas, no dije ni una palabra respecto a eso.

-¿Cuánto tiempo llevo dormido?- pregunte rompiendo el silencio, mientras él solo me veía comer y acaricio mi cabello.

-Solo un par de días- me sonrió a la vez que terminaba la sopa. Lo único que pude hacer fue verlo a los ojos, pero esa mirada me hacía sentir que algo le había pasado en ese par de días que enferme. Observe su rostro, y mire que tenía el labio partido.

-¿Te sientes bien?- le pregunte yo a él, extendiendo lo mano hacia Mista, mientras acaricie su mejilla y le sonreí.

-Mucho mejor, ahora que ya despertaste- me contesto, sentía mi mano sobre su rostro y mis dedos tocaron sus labios. Donde finalmente me aparto la mano –Giorno, quiero pedirte perdón por...-

Felino (GiornoxMista)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora