4

370 21 0
                                    

Otro día, otro día donde una vez más las cosas eran raras. Lee despertó antes que sus hermanas, como siempre. Ya casi era hora de ir a la escuela, no es como si les importara. Lo que no se esperó fue la bocina sonando afuera.

—¿PERO QUÉ...?

—¡Oh, QUERIDAAA!

—¡Ugh! —Marie gruñó desde la cama—, ¡Lee, ve a callar a tu novio!

Lee rápidamente se puso algo de ropa antes de salir afuera.

—¡¿Qué diablos estás haciendo aquí?! —gritó. Para su sorpresa, Eddy había conseguido que Rolf trajera a su cabra y una carreta. Había decorado la carreta con rosas rojas por todas partes.

—Su carroza la espera mi... Oh —pausó.

Lee rodó los ojos bajo su cabello.

—Si, ya sé que luzco como...

—No, claro que no. Yo... nunca me di cuenta de que luces aún más hermosa con tu cara matutina —comentó Eddy.

La chica Kanker se sonrojó y cerró la puerta. Fue a su habitación a recoger sus cosas para la escuela en silencio y luego volvió a salir por la puerta. May estaba confundida.

—No lo entiendo, Marie. ¿Por qué es que cada vez que Eddy dice algo lindo sobre Lee, ella se sonroja y se va? —preguntó.

Marie gruñó algo adormilada. —¿Cuándo fue la última vez que escuchaste que un chico le diga un cumplido a Lee? —preguntó retóricamente—. Está sorprendida con eso. ¿Recuerdas que la vez que Eddy dijo algo sobre que sus muslos eran demasiado gruesos? Estaba a punto de golpearlo hasta que él dijo que eran suaves y cargados de músculo, y no de grasa. No puede aceptar cumplidos porque NUNCA le han hecho un cumplido.

Escucharon que alguien llamaba a la puerta.

—Por favor que no sea mi novio —rezó Marie, poniendo una almohada sobre su cabeza. May fue a atender la puerta.

—¡OH POR DIOS! —gritó. Marie suspiró. Parece que no dormirá de más hoy.

Se puso algo de ropa holgada, lo suficiente para lucir algo decente, y fue hasta la puerta donde vio a Ed.

—Wow —murmuró. Ed estaba usando delineador negro, botas negras, y había cambiado su chaqueta negra por una camiseta del mismo color. May se veía decepcionada.

—¿Qué rayos pasó contigo, Ed? —preguntó.

—Debo hacer lo necesario para escapar del vacío que nos consume a todos —replicó.

—Felicidades, May. Oficialmente tienes lo opuesto a un alegre, divertido novio que tanto soñaste; un emo —sonrió Marie. May la miro con molestia.

—¿Vienes o no? —preguntó Ed groseramente. May suspiró y fue con él.

—Adiós —se burló Marie, pero sus burlas se fueron cuando se dio cuenta de algo—. El señor novio nuevo probablemente estará aquí en cualquier momento.

—Me conoces tan bien —replicó dicho novio. Marie volteó para ver a Edd recostado por uno de los lados del remolque.

—Linda chaqueta de cuero negro —comentó—, ¿Esa por si acaso no le pertenece a Ed?

—Sí, me la dio cuando pensó que estaba "arrastrando a su espíritu hacia abajo" —dijo Edd, caminando hacia ella—. ¿Lista para ir a la escuela?

—Sí, pero me perdí el autobús —suspiró. Sabía que ahora tendría que caminar hasta allí.

—No te preocupes, yo me encargo —sonrió el chico, peinando su cabello hacia atrás. Marie lo siguió hasta la calle para llevarse la sorpresa de su vida—. ¿Quieres montar?

flαsh αnd вurn |ᵏᵃⁿᵏᵉᵈˢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora