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Querido diario
Mione me dió una caja de chocolates y más dulces.
Además, me regaló otro diario, este tiene candado.

—Lou. — Hablo Hermione. Sacando a la pelirroja de sus pensamientos.

—Oh, Hermione. ¿Qué pasa?

—Uh, ¿Prestaste atención a lo que dije?

—Mhh... No

Hermione volcó los ojos, con una sonrisa.

—¿En qué piensas?

Louise lo pensó por un momento.

—¿Tú te vas a casar, Mione?

Las últimas semanas las dos chicas se habían vuelto casi inseparables, Hermione estudiaba el comportamiento de Louise. Mientras está última disfrutaba de pasar tiempo con Granger.

Hermione había descubierto que la pelirroja era mucho más abierta con las personas e incluso dejaba sus tics y tartamudeo, cuando verdaderamente pasa tiempo de calidad con alguien.

«Podria ser un problema de confianza.» Pensó Granger sobre el padecimiento mental de Louise.

—Mhh, no lo sé aún Lou, ¿A qué se debe la pregunta?

Louise entonces evitó el contacto visual. Algo que Hermione noto en seguida, lo hacía cada que se ponía nerviosa.

—Bueno... Creo que sí me casaré, pero luego de cumplir varias cosas, ya sabes, cómo viajar y tener un buen trabajo.

Louise asintió.

—¿Y tú, Lou?

—No estoy segura. Creo que aún soy joven.

Hermione estalló en carcajadas.

—Louise, no sabes nada de bodas, ¿Cierto?

Louise se sonrojó.

—No.

Hermione asintió.

—Mhh, ¿Has ido a una boda?

Louise negó.

—Bien, pues. El ho-... La pareja, tiene que comprar un anillo y después le pide matrimonio, diciendo cosas como “Hmm, ¿Louise te quieres casar conmigo?” y más cosas bonitas, como el buen tiempo que pasan y que le ama.

La pelirroja se sonrojó más si embargo siguió escuchando.

—Después se hace una fiesta. Se besan frente a los invitados, Y listo. Bueno, para los muggles es diferente porqué tienen una misa y-

—¿Qué es eso?

—Algo aburrido, no querrás saberlo.

La pelirroja asintió.

—Entonces ¿Tu te casaste con Ron?

Hermione sintió sus mejillas colorearse de una tonalidad rosada.

—¿Qué? No, claro que no.

—Pero se besaron.

—Y eso no tiene nada que ver Louise. Cuando te casas, se puede decir que es tu esposo, pero si no, solo es un beso.

—Oh.

Hubo un momento de silencio.

—¿Entonces tú puedes ser el esposo de Krum?

Hermione rió.

—No creó. Se dice ‘novios’ cuando las personas se enamoran y se besan. Pero antes se dan regalos y tienen citas. — Habló Hermione con una sonrisa.

Louise asintió.

—¿Entonces te casas con esa persona?

—Sí... Aunque existen muchos matrimonios arreglados. Dónde sus padres los casan, aunque no quieran.

Louise asintió.

Más tarde, la pelirroja fue a ver a Luna. A quién ayudo a buscar Nargles.

—¿Hermione es tu amiga? — Preguntó Luna con una sonrisa y esa calidad voz que la caracteriza.

—Sí. — Respondió Louise.

Más tarde Louise regreso a su habitación. Dándose cuenta de los chocolates que estaban junto a su diario. En su cama.

Tenía la seguridad de dejar su cuaderno privado en su cama, pues sabía que Ginny no estaría todo el día, y sus demás compañeras no se atreverían a tocar un cuaderno encantado.

Gracias a Hermione.

Se acercó a la caja de chocolates y miro la etiqueta.

—Louise.
Hola:)

La pelirroja se sonrojó.
No sabía quiénes los habían enviado.

Decidió apartarlos de su cama y pensar en la probable persona que pudo haber enviado este regalo.

Sus dudas se aclararon cuando al siguiente día, Hermione pregunto en el desayuno.

—¿Te gustó mi regalo?

Louise asintió con una sonrisa.
A pesar de las miradas que Harry y Ron les daban. No parecían desaprobación, pero tampoco estaban felices.

Sin embargo, Louise no sabía porqué Hermione le había dado un regalo.

¿Tenía que darle también uno?

¿Qué significaba?

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