"I N V E N C I B L E S"//FNAF AU//TEMPORADA 2//[TERMINADA]

10

Nick se sintió un poco extraño al entrar en la casa de Brenda. Exteriormente era una casa muy linda, de ladrillo blanco y alféizares de color amarillo margarita. Abrió la puerta con la llave oculta que le habían dicho que estaba debajo de la piedra al lado de la puerta principal. El interior de la casa estaba oscuro y fresco, un leve zumbido en el aire indicaba que el aire acondicionado estaba funcionando. Nick buscó en su bolsillo su teléfono después de no encontrar un interruptor de luz.

Su sala de estar era un poco extraña, paneles de madera retro que reemplazaban la pintura blanca que había en la sala de estar cuando estaba en el mercado y una alfombra verde de pelo largo que era lo suficientemente nueva como para tener el aroma del limpiador a vapor que usaban los instaladores. Su sofá de dos plazas eran un patrón de chevron naranja y marrón con el mismo naranja repitiéndose en el sillón. Todos los muebles tenían colchas cuidadosamente dobladas en la espalda, lo que le daba a la habitación una sensación extraña y acogedora. Nick no podía explicar por qué, pero la sala de estar lo hizo sentir un poco incómodo.

"Estoy un poco decepcionada, Brenda. Esperaba más púrpura ". Bromeó a la habitación vacía y encontró que el eco de su propia voz en el espacio vacío no hizo nada para calmar su malestar. Se volvió para buscar el dormitorio de Brenda y se sorprendió al encontrar una muñeca mirándolo desde una silla al final del pasillo.

"¡Oh, mierda! Hola Bunny... "Dijo, sintiéndose tonto por dejar que un animalito de peluche lo asustara. La muñeca lo miró con ojos vidriosos, con la boca abierta en una extraña sonrisa rota. Su cuello colgaba hacia un lado y Nick se preguntó si Brenda estaba reparando la cosa fea. Se apartó de la muñeca y continuó su búsqueda de un dormitorio o un interruptor de luz. Escuchó un ruido sordo y unos pasos inquietantes. Se dio la vuelta y apuntó su luz al suelo, justo detrás de donde habían estado sus pies estaba el muñeco de conejo. Dio un paso hacia atrás.

"¿Qué ..." jadeó, su corazón latía con fuerza. Lentamente tomó la muñeca de un brazo. Era mucho más pesado de lo que esperaba,

"Whoo, ¿quién diría que las zanahorias te hacen tan pesado?" Bromeó a la habitación vacía. Se sintió un poco avergonzado y dejó la muñeca en la silla, acomodándola lo mejor que pudo. Las rejillas de ventilación del piso lo han hecho volar mucho de la silla, decidió, ignorando deliberadamente los movimientos anteriores o la pregunta de cómo un juguete pesado como este fue derribado por una ráfaga de aire. Finalmente notó una puerta al lado de la silla del conejo y giró la perilla, aliviado al descubrir que de hecho era un dormitorio y parecía que debía ser de Brenda, por el persistente olor a perfume y grasa en el aire. El interruptor de la luz estaba al lado de la puerta y lo encendió, llenando la fresca habitación con una suave luz teñida de azul.

La habitación se veía cómoda, había una silla redonda tapizada junto a una ventana con cortinas y una cama con dosel con cortinas que estaba llena de almohadas. Muy femenino, pensó. Se preguntó si las almohadas eran decorativas o no. ¿Trajo hombres a casa para que lo admiraran? Le sorprendió la emoción que le trajo el pensamiento, no los celos ni el juicio, solo un triste sentimiento de decepción. Brenda era tan agradable con él, la idea de que él no era especial en ese tratamiento hizo que le doliera un poco el pecho.

Encontró la bolsa de lona después de un momento de búsqueda y la recogió, encontrándola ligera y suave. Lo acomodó contra su costado y apagó la luz del dormitorio.

Hubo ese sonido de arrastrar los pies de nuevo, se volvió más intenso mientras buscaba a tientas su teléfono de nuevo. Encendió la luz justo a tiempo para ver al muñeco de conejo de pie y mirándolo por un instante antes de caer en una posición sentada inerte.

La sangre de Nick se heló y rápidamente se fue, cerrando la puerta detrás de él como una ocurrencia tardía. No se molestó en volver a poner el muñeco en la silla y no trató de racionalizar lo que acababa de experimentar.