𝔐𝔞𝔩𝔡𝔦𝔱𝔬 𝔭𝔰𝔦𝔠𝔬𝔭𝔞𝔱𝔞

.1.

Me levanté de la cama con los ojos entre cerrados, tenía tanto sueño que tropecé con un zapato, entré al baño y me miré en el espejo, mis ojos estaban muy hinchados.

Estaba pasando por una época de insomnio, solo quería quedarme en mi cama. Siempre daba la casualidad que una hora antes de que sonara el despertador siempre me quedaba dormida, aunque en parte es culpa mía por no dejar de leer en la madrugada.

Me limpié la cara, puse un poco de crema hidratante en mis enormes ojeras y arreglé mí pelo. Hoy no llevaba mi uniforme, se que me regañarían por ello pero no lo metí en la lavadora ayer así que tendré que pagar mis consecuencias.

Mi hermano y yo íbamos hacía al instituto cuando sus amigos aparecieron, simplemente los ignoré, seguí mi paso cuando una voz me detuvo.

-¿Ni siquiera vas a decir buenos días Eunji? -Dijo Kim Taehyung -

-Buenos días - Murmure-

No es que me cayeran mal pero no me gusta hablar por la mañanas.

Al entrar en el instituto siempre estaban las de de primero enseñando sus "atributos", las de segundo creyéndose buenas estudiantes, las de tercero creyéndose mayores y por último los de cuarto, realmente somos los mas raros, hay un poco de todo. Por el pasillo me encuentro con Kim Jennie, nos llevábamos mal, fatal.

-Por dios mírate - Sonrió sarcástica, me cogió del pelo y me empujó contra las taquillas- Das asco- Susurró y pegó el chicle que estaba mascando en mi pelo-

Se marchó riendo con sus amigas.

Esto era siempre así, de la nada se me acercaba solo para hablarme de lo fea que era o cosas así, normalmente no le tomó importancia, pasa tantas veces que aunque esté mal, ya me he acostumbrado.

Por el echo de no estar en el peso idealizado por su estupido cerebro de niña rica, me criticaba y me lastimaba tanto físicamente como mentalmente ya que esto sucedía desde que tenía nueve años. No la odiaba yo también me daba asco.

Por si no fuera suficiente mi hermano se había quedado mirándome.

-¿Otra vez? Debes aprender a defenderte, ¿es algo importante sabes? Más que nada para que no seas toda tú vida un saco de boxeo -Me miró asqueado al ver el chicle- Le diré a mamá que te lleve arreglar tú pelo-

-No, gracias Jimin, solo olvídalo- Dije evitando hacer contacto físico con el por la vergüenza que me ocasionaba lo sucedido anteriormente- Estoy bien, entra a clase-

Pase por su lado y los chicos se hicieron a un lado.

A pesar de que mi hermano es dos años mayor, yo le trataba como el pequeño pues su madurez era como la de un chico de 15 años, él y sus amigos entraron a clase.

Ninguno de ellos me caía mal, eran chicos simpáticos pero en la universidad ni me saludaban, antes iba mucho con ellos, cuando tenía alrededor de 8-10 años, pero cuando ellos entraron a la universidad empecé a ser invisible y siempre rechazaban mis planes.

Entré en mí clase y deje caer el cuerpo sobre esa silla verde dónde a mi derecha estaba el chico algo mas lento que los demás.

Hoy era un día tranquilo, el profesor había faltado y por eso me puse hacer los deberes de lengua. Alguien tocó a la puerta haciendo que todos los alumnos levantáramos la mirada.

-Disculpe el director llama a la señorita Eunji- Dijo el chico de cabellos morenos y ojos grandes-

Me levanté con la mirada de todos ya que era el gran Jeon Jungkook, el chico mas popular de todos y el mejor amigo de mi hermano.

Salí acompañada de Jungkook, el silencio fue mutuo, pues Jungkook se había vuelto muy frío desde que su padre se hizo director de una empresa, nunca pasaba tiempo con el y empezó actuar frío hasta con mi hermano. Solo se escuchaban los pasos y algunas voces de los interiores de las clases. En pocos segundos nos encontrábamos delante de la dicha puerta. Él tocó dos veces, haciéndose un claro y sonoro "pase" de parte del director, entremos los dos y el director me hizo sentar mientras que Jungkook se mantuvo de pie.

-Buenos días señorita Park, la he llamado para comentar sus últimas calificaciones, estás han estado magníficas- Sonrió- Nunca fallas- Intentó ser amigable- Como decía, ya que usted será la nueva estudiante de oro de la capital para el programa que se hace cada año, queríamos saber si estarías de acuerdo con someterte a cambios físicos para que su imagen luzca mas perfecta, hemos dado a conocer su estado ahora mismo y es algo fuera del estándar inculcado por la sociedad coreana, por eso, si usted es tan amble podría conseguir grandes éxitos- Hubo silencio de mi parte-

¿Me esta diciendo que baje de peso?

-Bien, vistos por esto, queríamos, comunicarle que ya hemos hablado con su madre y ella aceptó, además sería un plus más para su currículum de estudiante. En fin señorita Park le rogamos que en menos de 24h se asigne a un gimnasio, en el centro hay buenos clubs que se dedican a diferentes deportes, piense algo, esperaremos su respuesta-

Salí acompañada de él, había quedado en vergüenza. Mi mente se llenó de mensajes subliminales, todos con las palabras das asco Eunji. Jungkook se paro, yo solo seguí adelante ya que el ya había llegado a su clase pero yo no.

-Espérame fuera cuando acabes, iremos a mi casa- Entró sin dejarme decir nada-

-¿Que?- Dije -

Así fue como las próximas 4 horas sus palabras me confundieron. ¿Desde cuando me invita a sus planes? ¿Querrá acaso ser mi amigo? Al final...todo el mundo necesita a alguien para hablar ¿no?

Era hora del receso, cogí mi cartera, mí teléfono y salí al comedor. Allí esperé en la cola de la cafetería, compré una manzana, debía empezar ya con esto, si no...Temería lo que pasaría cuando llegará a casa.

Me senté en una de las pocas mesas que quedaban libres, sola, como siempre, había sido así por muchos años así que no me preocupaba estar sola. En mis auriculares sonaba música sin parar, tarareaba la canción de body de Mino cuando la música dejo de sonar, Jennie corto los auriculares, así es, los hizo airpods. Me levanté y los tiré a la basura, ella me siguió y yo solo corrí a los baños, mis piernas me llevaron allí sin pensarlo, y no , no tendría intenciones de salir de ahí, ese pequeño cubículo fue mi salvación.

-No huyas. No seas cobarde y da la cara- Daba patadas a la puerta y me gritaba insultos sin parar- Esta bien, esperaré por ti, la espera merecerá la pena- Rio y dio la última patada para marcharse-

Al salir miré a los dos lados y tiré mí manzana a la basura. Después de tantos años era la primera vez que me libraba de sus múltiples acosos, al salir me encontré con la mirada de los 7 chicos que me miraban buscando alguna respuesta.
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Al salir de clase, pasé por los amplios pasillos arrastrando mis pies que caminaban torpemente. Cuando salí de la universidad el sol cegó mis ojos, mientras caminaba cogí el teléfono y lo desbloqueé, entré y cuando estuve a punto de escribir alguien agarró mi mochila haciéndome tirar para atrás. Seguro Jennie ya me iba a molestar, esta chica no me dejaría respirar ni un segundo.

-Deberías mirar cuando vas a cruzar- Sonó firme- Te dije que vendrías conmigo, vamos, tranquila ya he avisado a tu hermano.-

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