Capítulo 29

1K 120 11
                                    



JIMIN


Maldición. Sabía que el cabrón en la gasolinera lucía familiar. Aguanto la respiración mientras mi mirada se bloquea con la del hombre en la cuneta. Pero el señor Killfucker no me deja contenerlo por mucho.

—De ninguna jodida manera —escupe—. De ninguna jodida manera. ¿Dónde está Pat?

—Aquí —dice una calmada voz. Pat aparece en la entrada abierta, un fruncimiento tocando sus labios—. ¿Hay algún problema?

—Tienes malditamente razón en que lo hay. ¿Esto es lo que me costó miles? ¿Estoy pagando a un par de pervertidos para que pasen cada día con mi hijo? Esto es una jodida mierda.

Cabezas se giran más rápido que los espectadores de Wimbledon. Y cuando miro, el rostro de Pat palidece. Sus ojos rebotan hacia mí por una fracción de segundo y mi corazón se hunde.

Voy a ser una carga aquí. Un jodido cráter para Pat y su negocio.

Killfucker nota también toda la atención que se está ganando de los padres.

—No me voy a quedar tranquilo sobre esto.

Lo que da pie a que su hijo se implique.

—¡Papá! —grita el niño—. ¿Qué demonios estás diciendo?

La mandíbula de Pat se endurece hasta que parece un bloque de granito.

—Necesita seguirme, señor. Si va a difamar a mis entrenadores vinculados con la NHL, puede hacerlo en la privacidad de mi oficina. —Se gira y desaparece en el edificio.

Espero hasta que Killfucker me pase. En su camino a las escaleras, me dirige una mirada fulminante y malvada. Entonces lo sigo adentro. Justo detrás de mí está Jungkook, cabizbajo.

—Voy a oír lo que tiene que decir —susurro—. Pero no tienes que venir.

Jungkook me mira exasperado y me sigue de todas maneras.

Puta mierda. Acabo de joder el último verano de Jungkook en Elites. ¿El trabajo que ama tanto? Boicoteado por este servidor. Va a lamentar el día que me conoció.

Un momento después, los cuatro nos reunimos en la pequeña oficina de Pat y cierro la puerta de golpe.

Killfucker obviamente sabe no vacilar antes de tomar un disparo. Habla antes de que Pat pueda hacerlo primero.

—No intente decirme que no sabía sobre estos dos. ¿Cómo coño puede contratarlos para trabajar con adolescentes influenciables?

Pat respira profundamente, pero su rostro está rojo.

—No tengo ni idea de qué le puso así. ¿Alguien quiere decirme?

Jungkook abre su boca para hablar, pero alzo una mano. Puedo sentir cómo tiemblo de ira, pero mi voz suena razonablemente firme.

—Vamos a dejar que el señor Killfeather le diga al entrenador Pat exactamente lo que vio. — Me giro hacia Killfucker—. Y no te calles nada, hombre. Dile cada detalle.

Ese bloqueo funciona, porque Killfucker empieza a parecer incómodo. Simplemente he usado su propia homofobia contra él. Ni siquiera puede hacer que las palabras salgan, está tan disgustado.

—Ellos... —Aclara su garganta y me señala—. Lo besó.

Y ahora tengo que darle crédito a Pat. Hay un destello de sorpresa en su rostro, pero desaparece un nanosegundo después.

Him (Jikook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora