El segundo Heredero

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El la lejanía existía un pueblo llamado Danafor, que era gobernado por el Rey Kotoku y la Reina Shitsu, los dos eran de distintas naciones los cuales obligaron a casarse a una corta edad para poder unir ambos reinos y extender el terreno de los do...

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El la lejanía existía un pueblo llamado Danafor, que era gobernado por el Rey Kotoku y la Reina Shitsu, los dos eran de distintas naciones los cuales obligaron a casarse a una corta edad para poder unir ambos reinos y extender el terreno de los dos imperios, ambos eran polos opuestos ninguno coordinaba con el otro y eso hacia que los dos se disgusten entre si, pero en un punto de su matrimonio tenían la obligación de crear herederos para el futuro del Reino de Danafor y así paso, tuvieron dos hermosos hijos. Los dos eran tan distintos al igual que sus padres, sin embargo, sus lazos los hicieron unidos y lograron entenderse y llevarse bien. El hijo mayor, Ban, era una persona con poco interés por lo que le rodeaba a su alrededor, eso no significa que odiara a las personas que vivían dentro o fuera del palacio, solo que no se tomo el tiempo de investigar un poco mas, por otro lado el hijo menor, Meliodas, era un chico inquieto quien le gustaba investigar a fondo lo que veía, los libros eran el único y mejor amigo que podía tener le ayudaba a despejar sus dudas y saber mas sobre el mundo exterior el cual solo podía visualizar a través de un vidrio. Su padre, el Rey Kotoku, falleció a los 34 años, debido a una intoxicación, nadie sabe si fue un accidente o fue planeado por alguien. Desde ese entonces ambos niños estuvieron a las ordenes de su malvada madre Shitsu, quien los prohibió de una variedad de cosas, entre ellas salir al exterior, los educo con una diciplina bastante estricta. Aun así al crecer nunca perdieron su encanto que los así ellos mismos.

—Quiero que los llames, para algo tenían que ser útiles —ambos guardias hicieron una reverencia ante su alteza para luego retirarse de la habitación.

—Su alteza es necesario que haga esto —hablo, una chica con los cabellos violetas la cual se cubría con un abanico, con una voz tranquila y un tanto agradable.

—Así es querida este reino tanto como su pueblo se esta derrumbando y hace falta un poco de ayuda para lograr sostenerlo —agarro su copa llena de vino y tomo un sorbo de esta para luego dejarla en su mismo lugar — Aun que eso signifique que ya no gobierne, al menos por un corto periodo de tiempo.

—A que se refiere con "un corto tiempo" —la miro confundida pero serena a la vez.

—Sabes para lograr tener todo lo que quieres siempre tienes que sacrificar algo, ya sea lo mas importante o simplemente lo que te sobra —se escucho el manubrio de la puerta que avisaba la llegada de tan esperadas personas.

—Madre nos necesitas —hizo una pequeña reverencia ante su presencia — Creo saber porque nos mandaste a llamar, pero aun así lo quiero oír de tu boca y quiero confirmar mis teorías las cuales espero no sean ciertas en su totalidad.

—Así es querido hijo, se lo listo que eres así que estoy segura que tus teorías son ciertas. Este reino se a pasado de generación en generación y a llegado el momento que el primer heredero ocupe mi cargo, pero antes deberá desposar a la princesa Elizabeth III del reino de Lionés, para así lograr la unión de ambos reinos. A si que, Ban tendrás que reunirte con ella por la tarde y saber sobre sus pasatiempos y así poder tener su aprobación tanto de ella como su padre. ¿Entendiste? —dirigió su mirada directamente a la de Ban una un tanto amenazante.

Herederos || BanleineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora