Naruto x DxD: Nekomata Nekoshō

Capitulo 1

Naruto por fin había muerto, después de 150 años viviendo, de ver como sus amigos morían, su esposa moría, sus hijos comenzaban a envejecer, a ver a sus nietos crecer y crear sus familias alejadas de el.

El por fin había logrado tocar a la muerte, por fin había logrado alcanzar el tan ansiado descanso eterno, tal vez encontrarse con sus familiares, con sus amigos. El solo quería descansar en su letargo eterno, como cualquier persona, no le importaba dejar de existir si eso fuera necesario para descansar.

El estaba simplemente flotando en el limbo, o eso el creía, un lugar desolado, tal vez era el lugar que se merecía, o simplemente era el lugar donde estaría hasta que algún día su existencia se fusionara en el cosmos.

Su bien desarrollado cuerpo quedado en el olvido solo quedaba un cascaron viejo y vacío de esos años dorados, un cuerpo casi translucido, que se veía apenas en la inmensa oscuridad donde se encontraba.

El solo sonreía con felicidad y tranquilidad, por fin podría descansar...

Dejo de pensar al sentir que era jalado por una fuerza invisible hacia su derecha, abrió levemente los ojos para ver al final una luz brillante al fondo de toda esa extensa oscuridad.

Comenzó a sentir como unas grandes manos le sostenían la cabeza. Espera.

¿Manos gigantes?

-No me digas que, ¿Acabo de reencarnar? - pensó Naruto al ser completamente rodeado por la luz blanca, pero solo veía eso, no de echo no veía nada. Después de la inmensa oscuridad la luz blanca lo cegó, para finalmente volver a ver oscuridad, era diferente, era la sensación de estar cerrando los ojos, sin la fuerza para abrir sus ojos.

Escucho como hablaban, muy levemente, casi imperceptible, pero alcanzo a escuchar algo.

-Es un niño muy hermoso, ¿Ya tienes el nombre Kushi-chan? - pregunto una voz masculina muy feliz al parecer

-Al menos déjenme mi nombre, que ese me encanta- pensó Naruto rezando de que su nombre no se le quitara en esta tonta excusa de vida o reencarnación, era mucho pedir si se lo preguntaran.

-SI Minato, ya tengo un nombre, será Naruto Tojo el gatito más lindo - dijo la llamada Kushina a su esposo Minato.

Kushina con el nuevo integrante de la familia en sus brazos se veía realmente feliz, cansada pero feliz.

El hombre llamado Minato solo miraría toda la situación alegre, miraba con cariño y admiración a su mujer y a su hijo.

-Si, Gracias. Espera, ¿Gatito? - se pensó Naruto al escuchar eso

5 años después

Habían pasado ya 5 años de que Naruto llego a este mundo, él siempre supo lo que pasaba a su alrededor, pero nunca supo por que vino a este lugar, No tenia ni la menor idea de que hacia e n este mundo, sabía perfectamente que había reencarnado, pero no entendía el propósito, acaso el destino le estaba volviendo a poner a prueba, ¿No le basto al destino verlo sufrir por 150 años?

El en sus 5 años de estar aquí había descubierto muchas cosas de este nuevo mundo, debía decirlo, le sorprendió mucho todo de este mundo.

Era irónico decirlo cuando venia de un mundo donde había bestias con cola tan poderosas, capaces de destruir una aldea entera.

La primera era que se encontraba en el inframundo, Territorio de los demonios, ángeles caídos, dioses mitológicos entre otros, un lugar tan grande como la misma tierra.

Otra cosa de lo cual se enteró, y lo sorprendió más aún era que el pertenecía a una raza llamada Youkai, más específicamente a la raza Nekomata, y aun mas especifico a una Nekoshou. Era la única raza que poseían el chackra como poder, los demás seres se regían por algo llamado magia, que en términos de poder era superior. Aunque Naruto bufo ante eso, nada superaría a su control perfecto sobre el chackra, era cuestión de tiempo para volver a dominar todas las artes del chackra.