Agridulce [ Tokyo revengers ] [ inui seishu / kokonoi hajime ]

• 1 • (capítulo muy corto, perdón)

Un rubio se despertó en un sofá barato, eran las cuatro de la mañana y estaba exaltado como nunca, le había despertado una pesadilla. Este chico era Inui Seishu, de dieciséis años, Inupi para los amigos (bueno, un amigo, para ser más exactos).

Permaneció estático un par de minutos, intentando controlar su respiración y, de paso, espabilarse un poco.

– Estás bien, Seishu, estás bien... – Se repitió un par de veces a si mismo. Aunque llevara años teniendo constantes pesadillas, jamás se iba a acostumbrar a ellas.

Ya habiendo recobrado la compostura, optó por levantarse. Estaba en su "guarida secreta", un garaje abandonado en el que su modelo a seguir solía arreglar motos. Pero ya que nadie le daba uso, él y Koko lo usaban de escondite.

Koko fue lo primero que le cruzó al chico por la mente. Ah, Kokonoi Hajime... Su amigo de la infancia, inseparables por multitud de razones, razones en las que no quería pensar a las cuatro de la mañana. Se levantó a rebuscar un poco por la sala, no era raro que su compañero se colara en el escondite después de fugarse de casa en mitad de la noche para aprovechar y hacer pellas la mañana siguiente, pero no pareció ser el caso.

Inui se sintió algo aliviado, le gustaba pensar en Koko acudiendo a clase o durmiendo en su propia casa, como... Bueno, cualquier adolescente normal. Le ayudaba un poco a lidiar con la culpa de pensar que fue él el que metió a Koko en el mundillo de las pandillas, y que fue él el que causó la obsesión que su amigo tenía con el dinero. Porque, claro, la raíz de todo eso era que la que debió haber sobrevivido era–

¡Ring!

Por suerte, una notificación de su móvil le distrajo de sus pensamientos.

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Aquí la persona que escribe esto, pues se queda en cliffhanger porque son las 3 a.m y tengo sueño;; no sé si alguien va a ver esto pero... Espero que te guste, en ese caso.
Llevo mucho tiempo sin escribir nada, así que probablemente haya quedado muy cutre pero voy a decidir ignorar eso
¡Hasta la próxima!