Capítulo 31 ¿Consejeros en el amor?

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El peliverde miraba con intriga a la joven frente a él que no dejaba de tartamudear y tropezar en sus palabras, aquel peliverde empezó a preguntarse si el mismo incomodaba aquella joven ¿Acaso era tan molesto de ver?....uff el rechazo afectó su confianza natural, especialmente cuando se dio cuenta que el castaño había escapado de él cuando empezaba a desahogarse y para empeorar ¡Había perdido su teléfono!

-Este no es mi día- murmuró entre labios -¿Podrías decirme que se te ofrece?- intento preguntar con toda la posible calma que podía juntar

Lo cual no sirvió ya que la joven estaba más que nerviosa, estaba muriendo de la pena

-Y-yo, b-bueno ¿Tu?-

-¿Eh?-

Si por si, con la música fuerte era difícil escucharla, con su voz de mariposa lo complicaba más

-Y-ya sabes...tal ves...podríamos...-

«¿Qué clase de propuesta indecente pensaba hacer aquella muchacha? ¿Era tan innombrable que por eso le costaba tanto decirlo?» Eran algunos de los pensamientos que el peliverde tenía, pero sin embargo no le importarían tales propuestas en lo más mínimo, en estos momentos no se sentía como el conquistador encantador todopoderoso, no....Ahora mismo solo podía ser comparado como una pobre mascota que observó como no lo adoptaban y lo dejaban sólo en aquella jaula a la espera

Se perdió tanto en su auto-nombramiento que no le prestó atención a la rubia frente a él, y sólo pudo escuchar aquella...un tanto extraña pregunta

-¿Podríamos ser amigos?-

-¿Qué?- preguntó extrañado con tal pregunta

-¡¡Lillie así no era!!-

Una joven peliverde y morena salió desde atrás, parecía haber estado observando todo

-No debiste forzarla- dijo otra joven de cabello corto azul brillante que salió desde el otro extremo de la peliverde morena

«¿De dónde salieron?» Es lo único que el peliverde se pudo preguntar, observando como las dos mujeres regañaban a la ahora inofensiva rubia





























































































Mientras tanto desde hace unos momentos cierta castaña se quedo en el rincón mas oscuro del lugar, mirando solo la espalda del peliverde y compañía, casi deseaba fundirse en las sombras, andar de espía era algo nuevo para ella y ser descubierta era ahora un miedo que la consumía

Cuando entro en este bar la castaña ingreso con tanta motivación que en cuanto localizo al peliverde se acerco directamente hacia el, claro que luego se desvió al ver como la linda, y se atrevería a decir, adorable joven rubia se acerco al peliverde poniéndose frente a el, desde ese momento se sintió intimidada o eran mas ¿celos? ni siquiera ella lo sabia con certeza

Lo mas seguro eran los celos, nunca en su vida se sintió con tantas ganas de ir a intervenir y robarse al hombre, es mas hasta marcaría el territorio tal y como el peliverde le enseño indiscratemente. Vaya hasta sus propios pensamientos eran extraños para ella, no podía ni imaginar las acciones que realizaría, solo podía estar segura de que si esto seguía así ella misma no podría contener sus celos ardientes

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