Especial 1: La Marca.

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Aquella semana había sido un torbellino de emociones satisfactorias, una marea de felicidad que se agitaba en su estómago. Estaba saliendo con Felix, su pequeño y dulce omega le quería. Contrario a lo que siempre había creído, la gente no había dejado de lado al menor, simplemente, habían ido acostumbrándose a su propia presencia. Caminaban tomados de la mano como cualquier pareja, solo que ellos habían llegado al punto de ser inseparables.

Todo el mundo se había acostumbrado a ver junta a la feliz pareja; ahí donde Felix fuera, estaría Woojin. Él aprovechaba cualquier ocasión para probar los labios de Felix, no importaba el momento y el lugar. Y Felix no parecía estar precisamente molesto por ello. Los besos de Woojin eran adictivos, sus labios eran finos y suaves, y su boca posesiva y cariñosa. A veces, a penas eran un roce de labios, como un susurro que expresaba sin palabras todo lo que sentían.

Otras, eran besos apasionados, donde sus lenguas jugaban un papel primordial, besos arrasantes que los dejaban jadeantes, ávidos de seguir probando y seguir explorando en la boca del otro. Aquellos besos eran gritos al aire de lo mucho que se querían.

Estaban plenamente enamorados pero, aún así, Woojin no había marcado aún a Felix como su pareja. Esa decisión no la tomaría hasta un par de días después.

Los omegas en celo nunca se cambiaban junto al resto de sus compañeros alfas y betas. Habían estrictas políticas contra la segregación de clases, pero meter a un omega en celo en un vestuario de alfas sobre-estimulados por el ejercicio, era prácticamente un suicidio, no importaba lo mucho que los supresores ayudaran a camuflar el olor (que, en el caso de Felix, no era mucho).

Woojin seguía ignorando en gran parte a sus compañeros de clase, por eso, no fue hasta ese momento que no prestó atención al joven alfa que había llegado nuevo aquella mañana. Se podría decir que era realmente apuesto, con marcados rasgos masculinos y una pequeña peca en pómulo izquierdo. Desde que había llegado, todos los omegas suspiraban por él y por sus seductora sonrisa torcida, por sus suaves rizos castaños. Yongguk era su nombre, si Woojin mal no lo recordaba.

—¿Qué tal tu primer día? —Preguntó Jackson, palmeando amistosamente la espalda robusta del recién llegado.

El chico sonrió, parecía una persona amistosa, con facilidad para relacionarse. Woojin sintió arcadas.

—Genial.

—¿Has visto algo que te interese? —Preguntó Jaebum, moviendo las cejas sugerentemente, dando a entender que no se refería precisamente a alguna asignatura.

Los tres chicos rieron en camaradería.

—Bueno... puede ser.

—¿Y bien? ¿Quién es la o el afortunado?

Yongguk sonrió misteriosamente.

—No sé su nombre, pero es el omega más bonito que alguna vez he visto.

El alfa parecía verdaderamente ilusionado.

—Esta mañana me ha sonreído y... ¡dios, parece un ángel! Creo que está en celo, su olor es jodidamente dulce.

—Wow, parece que ese chico te ha dado fuerte, ¿cómo es? A lo mejor nosotros lo conocemos.

—Pues... es pequeño, muy bajito, pero su cuerpo es como... buf. Tienes las mejillas grandes y los labios más besables de toda la historia de los labios besables, y su pelo es rojizo y ondulado, y parece tan suave que...

Jaebum y Jackson contuvieron la respiración, sabían perfectamente de quién estaba hablando su nuevo amigo.

—¿L-Lee Felix? —Preguntó Jackson, sintiendo el miedo crecer en su interior.

. ☁︎ ࣪ . 𝗶𝗻𝘁𝗼𝗰𝗮𝗯𝗹𝗲 ⋆ woolix ‹3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora