Epílogo -III

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- ¡Es azul...!- chilló la castaña con esos ojos leopardo abiertos a mas no poder.

- ¿Te gusta?- preguntó un Michael muy nervioso.

- Que si me gusta...

- ¡Me encanta!

- Temía que no te gustara. Pero he de advertirte se caerá el color.

- Oh, de que se caerá, se caerá. Pero es hermoso Mikey-  dijo la chica con la sonrisa más genuina del planeta.

Porque si le hicieran la pregunta en este momento ella sabría su respuesta. Después de tantos años de sufrir esto era el paraíso mismo.

Tranquila consigo mismas y el mundo ella dejo su cara a los últimos rayos de sol de aquel viernes.

- Brazos- susurro él.

Y como si ni ella se controlara se los acerco, él lentamente y con el cariño que no se han de imaginar aplico gentilmente la sustancia blanca con aroma a sus infinitas marcas y a los ya amarillentos golpes.

- ¿Sabes que te amo?- dijo Michael viendo su alma a través de esos ojos salvajes.

- ¿Sabes que te amo mucho más?- respondió ella curvando esas líneas rosas.  

Y él sonrió, sintiéndose él más afortunado, él más alegre, el más amado chico de este planeta.

Porque lo era.

Eran la pareja más extraña que se podrían imaginar

Dos personas que sufrían tanto.

Dos corazones que nacieron para latir uno por el otro y curar sus heridas entre sí.

- He escrito las 5 cosas que más me gustan de ti Michael Clifford pero tendrás que espera para saberlas- dijo Lium mientras se llevaba una gomita a la boca y sostenía su botella.

Mientras ese atardecer llegaba a su fin.

Y él la sujetaba como si no la quisiera perder nunca más.

Porque él no la dejaría sufrir más a ella y ella no lo dejaría sufrir más a él.

5 No Es Solo Un Número [m.c.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora