Estacas

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Cazar era fácil. Al menos lo era para ella pues habia nacido con la habilidad y fuerza para matar vampiros con cierta facilidad. En el gremio era la más cotizada pues era casi un hecho que mataría al vampiro que se le encargase

Mikasa Ackerman una de las mejores cazadores de vampiros que había y probablemente una de las que más le ha seguido casa a los más fuertes. Había logrado matar Vampiros de décadas o cientos de años y es que entre más pasa el tiempo más fuerte se vuelven

Tienen predilección por la Sangre Humana y eran un peligro en potencia para cualquier Humano. Siendo huérfana desde niña no tenía rumbo en el orfanato en el cual vivió. Todo cambio cuando una noche desde el balcón de su habitación divisó como un Vampiro succionaba a una persona hasta la muerte. Y como segundos después dicho Vampiro fue asesinado por un cazador

Recuerda que corrió a observar la escena mientras el cazador la miraba confundido. Eso solo fue el inicio ya que este la llevo a la sede en dónde se entrenó arduamente para ser la máquina de matar bestias que era

Para compartir contra estos monstruos se debía de entrenar no solo el cuerpo si no ls habilidad de matar con la indumentaria y los sentidos. Además de esto se les daba una posima que les aumentaba ligeramente sus destrezas

Mikasa era reconocida por aguantar luchas cuerpo a cuerpo con Vampiros muy poderosos y matar a muchos con una gran facilidad. Por eso no fue extraño que a una cazadora tan eficaz como ella se le encomendará matar a un Vampiro de tal vez trescientos años

Mikasa no alegó y solo partió al pueblo en dónde el Vampiro se rumoreaba que estaba al asecho. Un pueblo no muy grande de unos 1.000 habitantes en dónde nada raro saltaba a la vista del lugar

Se quedaría en una posada a espera de los ataques en la noche cuando estás estaban más activos y es que estos no morían por el sol. Si se exponían mucho a este se enfermaban, una fiebre media pero más allá de eso nada

Mikasa debía de ser paciente y es que también eran expertos en el camuflaje entre las personas tanto que a los cazadores y a ella misma se les hacía muy difícil reconocerlos. Por ello simplemente descansaría hasta la noche en donde podría pensar mejor

Al llegar al pueblo busco una posada entre las pocas que había. Resalto una la cual estaba muy bien cuidada y no dudó al optar por ésa. Al entrar el lugar estaba limpio y ordenado, el hostalero estaba de espaldas mientras organizaba algunas cosas. Mikasa se acerco y tocó la madera haciendo que el volteara- ¿UH? Enseguida- Dijo para un segundo después girarse y mirarla de frente- Bienvenida a mi humilde lugar. ¿En qué puedo servirle bella dama?- Mikasa vio al hombre y no dijo nada

Una habitación por favor- El casero Asíntio con la cabeza y saco un papel. Le pidió anotar algo mientras el buscaba las llaves, un minuto después Mikasa pagaba por adelantado para no tener ese es problema luego- Bien que disfrute su estancia señorita Mikasa- Hablo el hombre de cabello castaño- Gracias Señor Jeager- contesto ella mientras se subía a su habitación

Descargo su maleta y se tiro a la cama, observaba todo y sinceramente le parecía todo muy lindo. No todos los hostales tenían ese nivel de limpieza y organización así que agradecía al dueño por mantenerlo limpio. Se sentó en la cama y tomo su maleta de la cual saco sus cosas, algo de ajo fermentado que al golpearlo con fuerza se hacía polvo, una estaca de 20 Centímetros, una ballesta portátil con flechas de madera y demás cosas

Con todo listo simplemente se recostó nuevamente y tomo algún libro con el cual se distrajera un rato. Preferiblemente leía una libreta en dónde detallaba todos sus encuentros con vampiros en dónde de manera explícita se narraba el como debían de matarse y anular cualquier ataque de estos. Mikasa no quería correr riesgos y siempre volvía a detallar lo más que podía de ese libro

Eremika One-Shots 💝💌💞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora