El Embarazo - Shota Aizawa

Capitulo 01

Las dos pruebas salieron positivas, y miles de pensamientos y emociones me invadieron.
Pero había uno que sobresalía de todos.

Miedo.

¿Cómo le diré?, no estoy preparada para esto... pero se que él... quiere...

Esa misma tarde le conté, con todo y nervios lo hice, y cuando vi ese brillo en su mirada... me sentí la peor persona del mundo.

-Y... yo... no me siento segura de tenerlo...  -Murmure mirando las pruebas en mis manos -Es que yo... no sé... -Soy interrumpida  rápidamente, en su mirada se reflejaba el dolor.

-Entiendo aún eres joven... -En mi garganta se formaba un nudo -Y tienes todo un futuro por delante... no pienso obligarte a hacer algo que tú no quieres... -Miro aún lado evitando mi mirada  -Solo te pido que lo pienses un poco más -Deja un beso en mis labios para luego irse dejándome con un vacío.

Semanas después planee una cita con el ginecólogo. No le dije nada, no quería molestarlo. Cuando llegó el día de la cita, estaba nerviosa, afortunadamente el doctor me atendió muy bien, y a la hora de hacer el ultrasonido pues...

-Por ahora es muy pequeño, pero todo va bien -Sonría mirando la pantalla y ahí supe que había cambiado de opinión. Al salir le mandé un mensaje a mi mejor amiga, ella se mostró feliz dándome su apoyo.

Ahora solo tenía una cosa por hacer.

Lo espere durante horas, con una pequeña cena y vino, a la luz de las velas. Luchaba para no dormirme, pero de madrugada decepcionada, dolida y triste, apague y guarde todo. Justo cuando iba a guardar los zapatitos y una ecografía, él llegó.

-Amor... -Murmuró, solo lo miré con un puchero con las lágrimas bajando por mis mejillas -Kitty... -Me alejo unos pasos, tratando de no mirarlo, apreté con algo de fuerza los zapatos.

-Fui al médico... Con el fin de como estaba todo y bueno... -Me limpie las lágrimas para continuar -Termine por aceptarlo, hice algo para ti como una sorpresa pero... -Levante la mirada, y sonreí un poco dejando los zapatitos en la mesa para ir a la habitación, con el siguiéndome rápidamente -Yo creí que tú... -Me interrumpió besándome desesperadamente, era un pequeño mar de lágrimas. Hizo que diera un pequeño salto para envolver mis piernas alrededor de su cintura, nos separamos por falta de aire.

-Te amo tanto -Me aferro a él para no caer -Y no quiero que dudes de mí Kitty, por favor -Camina hacia la cama conmigo en sus brazos -Eres mi vida entera... -Se sienta en la cama y quedó en su regazo, no digo en nada en cuanto quita mi bata de ceda, quedando semidesnuda -Mi futura esposa... madre de mi hijo  -Suspiro cuando comienza a acariciar mi vientre aún plano y mi cintura -Me haces tan feliz... -Sus caricias son tan placenteras, nos miramos a los ojos.

-Te amo... aunque me debes un helado... de chocolate -Su risa ronca me hace sonreír. Comienza a besar mi cuello, haciendo que me llene de placer.

Suspiro cuando muerde mi cuello con la intención de dejar una marca. Aprieto su hombro, comenzando a frotar mi intimidad contra la suya.

-Justo así Kitty -Jadea justo en mi oído haciendo que mi piel se erice, sus manos se posicionaron en mis caderas ayudándome con los movimientos  haciendo que la fricción sea más deliciosa -Solo quiero que sepas... que jamás te engañaría... -Comienzo a besar su cuello dejando pequeñas marcas de mordidas, lo que ha dicho me llena de alegría, pero...

-Te estuve esperando desde muy temprano -Parando los movimientos de cadera y los besos, ignoro olímpicamente su cara de discuto -No avisaste, y todo lo que hice fue en vano -Recuerdo la cena y en ambiente "romántico" que monte en la sala/comedor. Bajo la mirada cubriendo mi cuerpo con la bata de nuevo.

-Lo siento. Cuando iba a avisarte, las cosas se complicaron -Sus manos acariciaban mis muslos y glúteos -No podía permitir que mis estudiantes salieran heridos -Suspire levantando la mirada, no me había fijado antes pero en su rostro hay pequeñas cortadas. Mi corazón se parte -Oye no, no pongas esa carita. Estoy bien, antes de venir se encargaron de las heridas por eso tarde tanto. Se que soy un tonto por no haber avisado pero... -Lo interrumpo besándolo. Muerdo su labio cuando aprieta mi glúteo derecho, en medio del beso comienzo a acariciar su pecho por debajo de la camisa y comienzo a mover de nuevo mis caderas en círculos para crear fricción.

Nos separamos por falta de oxígeno.
Ambos tenemos la respiración agitada, me quita la bata completamente mientras yo le quitó la camisa y le desabrocho el pantalón.
Me está invadiendo la excitación.

Entre besos y caricias, nos acordamos en la cama, quedando yo debajo de él.
Gimo cuando introduce dos dedos en mi intimidad, y llevo uno de mis pechos a su boca, mordiendo delicadamente el pezón en el proceso.

Muevo mis caderas con el fin de que sus dedos lleguen más profundo, arqueó la espalda cuando acaricia mi clítoris.

-Ahhh Sho...ta -Los movimientos aumentan. Siento que mi orgasmo se aproxima, y él parece notar esto ya que baja el ritmo notoriamente. Hago un pequeño sonido de queja -Daddy...
por favor... mmmm -Lloriqueo un poco cuando saca sus dedos. Deja de jugar con mis pechos, se acomoda un poco sobre mi -Daddy... por favor... te necesito -Susurro en sus labios, toma mis manos y las pone encima de mi cabeza. Jadeo cuando siento la punta de su miembro rosando mi entrada.

-Amo verte así... -El roce es una tortura deliciosa -Tan excitada... tan desesperada. Me encantas -Suelto un gemido bastante alto cuando por fin está dentro de mi. Me muerdo el labio para no venirme. Aizawa suelta un gemido ronco, seguidamente comienza a moverse con rapidez, duro y profundo.

No contenemos nuestros gemidos y jadeos.

-Amm... -No me salen las palabras. Mi orgasmo está muy cerca -Daddy... más... más... mmm -Enrollo mis piernas en su cintura para que llegue más profundo. Gime aumentando el ritmo, apretando mis muñecas. Tiene algo de cabello pegado en la frente debido al sudor.

-Ahhh... mmmm -Llegamos casi al mismo tiempo, se mueve despacio liberando todo su semen en mi interior. Delicioso y caliente. Cae rendido sobre mi pecho, ya con las manos libres acaricia su cabello mientras regulo mi respiración.

Nos quedamos en un cómodo silencio por unos minutos.

-Seras un buen padre... -Susurro delicadamente sin parar las caritas. Se incorpora para mirarme a los ojos -De eso estoy segura -Con un brillo en sus ojos me besa delicadamente mientras acaricia mi vientre plano.

Y...
Yo trataré de ser una buena madre.