El último dragón en el mundo del cultivo

Capítulo 17: Genio literario incomparable, hermano Xiaoshen

Xiaoshen también se olvidó momentáneamente de contenerse y actuó por instinto de dragón. Los dragones, mientras se enroscaban alrededor de algo, a veces no podían contenerse y accidentalmente usaban demasiada fuerza. Por eso sus casas siempre estaban llenas de bienes muy duros.

Xiaoshen bajó la cabeza avergonzado. Nunca le habían enseñado a tener cuidado, o que podía matar a alguien enroscándose a su alrededor. Así que miró a Shang Jiyu con gran confusión.

Siguió sintiendo que el tono de Shang Jiyu en este momento era algo extraño, pero fue solo por un momento. Ahora miró de nuevo con atención, y parecía que se lo imaginaba. Era obvio que todavía estaba tan frío como la escarcha.

Y dentro de ese frío como la luz de la luna estaba la ternura reservada solo para él.

"Lo siento. Yo tampoco sé qué pasó ", dijo Xiaoshen, avergonzado.

Echó un vistazo a los labios de Shant Jiyu; los labios rosados ​​tenían una forma hermosa. Le hacían pensar en lugares blandos. Los humanos eran realmente interesantes, les gustaba hacer esto. Pero se sintió inesperadamente bien. A pesar de que solo se separaron, ya extrañaba la sensación.

Ahora, no pudo evitar sentirse decepcionado. Suspiro. Si el que había recogido hoy fuera este Shang Jiyu, entonces habría sido perfecto.

Shang Jiyu vio al joven bajar la cabeza y pensó que debía estar nervioso y tímido. Podía decir que este hombre nunca había experimentado algo como esto. No es de extrañar que estuviera tan avergonzado de enroscarse a su alrededor con tanta fuerza ...

Es decir ... estaba demasiado aturdido y se olvidó de moderar su fuerza.

Shang Jiyu sintió una punzada de ternura y no pudo soportar seguir torturando a Xiaoshen.

Todo acababa de demostrar que ambos tenían sentimientos el uno por el otro, incluso si no se habían dicho. Al pensar en esto, su corazón se ablandó aún más. Para él, un momento de compañía silenciosa valía mucho más que mil palabras.

Pronto, Xiaoshen volvió a levantar la cabeza. "¿Estás mejor? ¿Puedo morderte de nuevo? ¡Prometo que no seré demasiado violento contigo esta vez! "

Shang Jiyu, "......"

Frente a la entusiasta iniciación de Xiaoshen, Shang Jiyu en realidad no tenía nada que decir.

Sin embargo, la expresión de Xiaoshen estaba llena de consideración. Incluso dijo: "Si no puedes, esperemos hasta la próxima".

... En este tipo de situación, incluso si Shang Jiyu realmente no pudiera, todavía tendría que hacerlo.

Sostuvo la cara de Xiaoshen y lo besó profundamente de nuevo. Xiaoshen rápidamente abrazó su cuello también. Y también pasó ágilmente de sentarse a horcajadas a sentarse con ambas piernas del mismo lado, por si volvía a doblar la cintura cuando se excitaba.

Xiaoshen era como un niño que acaba de recibir dulces. No tenía delicadeza y solo sabía ir directo a lo que quería. Pero aunque era como un niño, era demasiado fuerte. Entonces esto fue muy peligroso.

"¿Mmm?" Shang Jiyu se agarró la barbilla y negó con la cabeza ligeramente, para indicar que lo estaba haciendo mal. Susurró cerca de sus dientes y labios: "No te muevas".

Su aliento gélido rodeó a Xiaoshen. Xiaoshen se sintió más fascinado sin saberlo. Siguiendo el ejemplo de Shang Jiyu, se hundió aún más. La luz de la luna fuera de la ventana era como aquella noche normal de hace diez mil años, tan clara y fresca como el agua.

...

Había salido el sol. Xiaoshen se incorporó del abrazo de Shang Jiyu. Era hora de ir a la biblioteca.