Capítulo 1

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—Otro día de mierda.—dije tras entrar a mi apartamento.

—No digas eso, cachorro.—habló Kurama en mi mente.

—¿Cómo quieres que no lo diga si es la verdad?—respondí mientras me dirigía al baño.

—Cachorro, ya te he dicho que no me gusta que seas así.—dijo con un claro tono de preocupación.

—¿No te gusta que sea como realmente soy?—respondí seco, y él no contestó.

Al llegar al baño, me quité la sudadera, quedando solo con una camiseta de red que dejaba ver mi abdomen y espalda llenos de cicatrices creadas por los aldeanos a lo largo de los años. Al mirarme al espejo, noté la marca que me atormenta desde niño, la palabra "demonio" tallada en mi piel. Bajé la vista hasta mis muñecas, donde se podían ver numerosas cicatrices hechas por kunais o cuchillos, marcas con las que me desahogo y castigo por haber existido.

Lentamente saqué un kunai y lo pasé por mis muñecas, haciendo nuevos cortes. Al ver la sangre empezar a caer, me detuve, retiré el resto de mi ropa y me metí en la ducha.

Tiempo después, terminé de ducharme, me cambié y salí de mi apartamento, caminando hacia Ichiraku. Al llegar, divisé a los chicos y puse mi sonrisa de siempre, esa sonrisa que dice que todo está bien, aunque no lo esté, esa sonrisa que oculta lo roto que estoy.

—¡Hola, chicos! —dije o más bien grité.

—Naruto, llegas tarde —me regañó Sakura como siempre.

—¿Me perdonas? —dije infantilmente.

—Ay, qué fastidio. Para la otra, mejor voy por ti —habló Shikamaru.

—Ya mejor entremos, que me muero de hambre —dijo Choji.

—Ay, Choji, tú siempre tienes hambre —dijo Ino, siguiéndolo, y nosotros la seguimos.

Al terminar de comer, nos dirigimos al parque, donde nos encontramos con Neji, Tenten y Rock Lee.

—¡Hola, cejotas! —saludé como siempre.

—Hola, Naruto. ¿Cómo estás? —contestó con el mismo ánimo de siempre.

—Bien, ¿y tú? —dije regalando una sonrisa.

—También muy bien. ¿Quieres tener una pelea amistosa conmigo? —dijo emocionado.

—Lee, tú solo piensas en entrenamiento, ¿verdad? —dijo Kiba.

—Claro, si no lo hago, mi rival me vencerá —dijo con llamitas en los ojos.

—Y... ¿quién es tu rival, Lee? —preguntó Hinata.

—Pues es tu primo, ¿verdad, Neji? —dijo viendo al mencionado.

—Que no soy tu rival, Lee —dijo con un claro tono de desinterés.

—Que sí lo eres —insistió.

—Que no —dijo frunciendo el ceño.

—Calmense, que ya parecen pareja —dije llamando su atención—. No me miren así, que me siento raro.

—Está bien. Entonces, ¿tendremos la pelea amistosa, sí o no? —dijo Lee.

—Está bien. Vamos al campo de entrenamiento, ya quiero pelear contigo, cejotas.

—Yo también, vamos —dijo, empezando a caminar, seguido por mí y luego por los demás chicos.

En el campo de entrenamiento

—¿Qué te parece si apostamos, cejotas? —dije mirándolo fijamente.

—Está bien, ¿qué quieres apostar? —dijo viéndome a los ojos.

Mi kitsune y su linda sonrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora