Wei Lian era un joven de una familia adinerada y vivía cómodamente con el lujo al alcance de su mano. Su largo y oscuro pelo caía por sus hombros mientras contemplaba el riachuelo que pasaba por al lado de la cuidad. De repente escuchó una melodía proveniente del otro lado del río. Por alguna extraña razón esa extraña melodía le sonaba familiar. Se quedó contemplando aquel bosque sumido en sus pensamientos.
Por sorpresa algo tocó su hombro haciéndole saltar de la sorpresa.- Estaba buscándote por todos lados, todos estaban buscándote de hecho... -comentó bajando la mirada. - ¿Ha pasado algo? -le miró preocupado al ver que Lian no respondía.
- Oh, perdón, creía haber escuchado algo al otro lado -respondió mientras seguía con la mirada fija en aquel bosque.
- Tenemos que ir a prepararnos para la gala de esta noche.
- San Lang!... -exclamó vagamente. - No quiero ir. - abrazó la pierna de su amigo.
San Lang se sentó a su lado al darse cuenta que iba a costarle convencerle para ir.
- Podríamos ir un rato, coger alguna botella... Y podemos ir al lago y pasar el rato tranquilamente. ¿Te parece eso mejor idea?
Xie Lian se levantó enérgicamente y le extendió la mano para ayudarle a levantarse. - Ya estamos tardando.
- Al final no me ha costado tanto convencerte. -rió.
Llegaron a la mansión y todo el mundo estaba trabajando en los preparativos de la gala de esa noche.
- Vamos a mi habitación rápido.
- Mejor, porque seguramente vayan a llamarte la atención por haber desaparecido de repente... Como siempre. -le cogió la mano y corrieron por las escaleras y los pasillos hasta llegar a la habitación.
Era un lugar amplio con una gran cama situada cerca de un gran ventanal. Xie Lian se tiró pesadamente a la cama y soltó un gran suspiro.
- Liaaan, tienes que vestirte ya, sino no nos dará tiempo.
- Laaaaang... Me da pereza y lo sabes. No me gustan las galas, demasiada gente y tengo que estar en el centro de atención. -se quejó.
Lang le cogió de las manos para levantarlo pero Lian dió un tirón y quedaron uno encima del otro.
- P-pensé que iba a levantarte fácilmente... -dijo con un leve sonrojo.
- Yo pensé que ibas a tener equilibrio, tonto. -dijo apartando la vista avergonzado.
Ambos se levantaron después de ese incómodo momento.
Lian abrió el armario y se dispuso a coger el traje.
Lang se sentó en el tocador y comenzó a cepillarse el pelo.- Voy a cambiarme en el aseo de mientras. -seguidamete cerró la puerta tras de él.
Al salir Lang ya estaba completamente listo.
-¿Quieres que te ayude a peinarte? -se ofreció Lang amablemente.
-Sí, por favor. -sonrió.
Mientras le peinaba, Lian estaba maquillándose un poco. Lang colocó una cinta que combinaba con el traje. Al terminar Lian se levantó quedándose cara a cara con su amigo y se sonrieron mutuamente.
- Estás perfecto. -le alagó mientras le acariciaba suavemente la mejilla.
Llevaba tiempo pensando en los sentimientos que tenía por su amigo de la infancia y tenía pensado confesarle estos esa noche, pero tenía miedo de que Lian lo viese con otros ojos y no sintiera lo mismo.
Ambos bajaron al salón donde todo el mundo bailaba y conversaba alegremente. En un momento varias personas rodeaban a Lian saludándole y presentándose. Él no conocía a ninguno y rápidamente se encontró agobiado, había perdido de vista a Lang.
Una mano rodeó su cintura empujándole hacia atrás disimuladamente. Consiguió salir de aquel bullicio y al momento se dió cuenta de que aquella mano que le había ayudado era la de Lang, el cuál volvió a tirar suavemente de él, agachándose un poco para quedar a su altura y lograr susurrarle al oído.
- Creo que es mejor ir por el lateral del salón sin llamar mucho la atención y llegar a la mesa de cócteles. Allí podemos coger alguna botella de algo y podemos salir por la puerta trasera. -propuso sin separarse mucho de Lian.
Él asintió cogiéndole de la mano que seguía en su cintura y comenzaron su camino hasta aquella mesa.
Al llegar ambos cogieron un par de botellas disimuladamente ocultádolas bajo sus túnicas.
Salieron rápidamente escabulléndose entre la gente. Al salir de la mansión ambos corrieron riéndose de la emoción.
Al llegar al lado se dieron cuenta de que seguían sosteniéndose las manos y se separaron con un leve sonrojo en sus mejillas.- ¡Lo conseguimos! -exclamó Lian aliviado sentándose en una gran roca colocando las botellas a un lado cuidadosamente.
- Hay que celebrarlo entonces. -sonrió pícaramente abriendo una botella que tenía en las manos dándole un gran trago y ofreciéndole seguidamente a su amigo la botella.
Lian comenzó a beber despreocupado. - Ahora tenemos toda la noche para nosotros solos. Gracias por ayudarme antes... -recordó el momento en el que le cogió de la cintura y se sonrojó al pensar en ello. La verdad es que Lian también tenía sentimientos por Lang pero nunca se había planteado confesárselo por vergüenza.
Después de un rato bebiendo el alcohol empezó a hacer efecto y Liam se notaba un poco acalorado, por lo que decidió despojarse de algunas de sus ropas y meterse en el lago.
Las plantas luminiscentes iluminaban el agua del lago en una tenue luz verde. Los cabellos mojados de Xie Lian caían por sus hombros delicadamente. Lang contemplaba su belleza a la distancia mientras bebía un poco más. Tenía los nervios a flor de piel y decidió hacer lo mismo que Lian y meterse al agua para hacerle compañía.
- Pensé que el agua estaría más fría. -se sorprendió mientras nadaba hasta quedar enfrente de Lian.
- También piensa que hemos bebido. -rió mientras le salpicaba un poco de agua.
Ahí comenzó una guerra de agua y ambos reían alegres y divertidos. Una vez cansados Lian se dejó flotar relajándose un poco. Notó como Lang lo sostenía de la cintura atrayéndolo hacia él. Después de un rato así, decidió levantarse quedando cara a cara. La suave corriente le hizo aproximarse más a Lang quedando a escasos centímetros de su cuerpo. San Lang contemplaba el delgado cuerpo de Lian y sus largos mechones fluían en el agua.
En un momento sus ojos se cruzaron con los del contrario y Lian rió nervioso. Notaba como su corazón latía con fuerza y temía que Lang pudiese escucharlo.- Creo que me está subiendo el alcohol. -comentó para intentar sacar un tema de conversación y apartó la mirada.
- Yo igual tranquilo. -le sonrió cálidamente.- Yo... Quería comentarte algo... -comenzó. - Hace tiempo que estoy pensando esto y no estoy seguro de cómo vayas a reaccionar, pero lo que sí sé es que siento muchas cosas por ti...
Lian le miró sorprendido pero por alguna razón las palabras no salían de su boca. Lang se acercó más a él hasta quedar a pocos centímetros de su cara. - Me gustas, desde hace mucho... Y no puedo sacarte de mi cabeza.
- Y-yo... me pasa lo mismo, pero temía que no pensaras en mí de esa forma. -se sonrojó bruscamente al poder decir eso.
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Luces Cálidas
RomanceEs mi primera historia que tenía en borradores así que poco a poco iré actualizando. Lo hago por hobbie y aburrimiento así que espero que os guste JAJAJA <3