Quédate conmigo || Minsung

4

—Videojuegos. —respondió Minho, quién estaba pasando una difícil situación mientras mantenía su teléfono contra su oreja e intentaba vencer a Han Jisung en uno de los juegos. —Sí, sí, está mucho mejor, tranquilo.

—Dile que gracias por preocuparse por mi. —habló un Han un tanto avergonzado.

—Dice que gracias por preocuparte por él. —volvió a hablar incómodamente por la posición de su cabeza contra su propio hombro. —Chan dice que si la próxima vez que te vea estás desabrigado, te va a asesinar.

—Pues dile que-

—¡Yo no dije eso! —Jisung pudo escuchar la voz de Chris a través del teléfono, y a la vez, la traviesa risa de Minho al ser el que distorsionaba los mensajes entre ellos. —Pásame con Jisung, apúrate que estoy en la calle.

—Dime —habló sin dejar de mirar la pantalla, ya que Minho había puesto el alta voz.

—¿Estás bien? Minho me contó que apareciste llorando derepente y en medio de la noche. Casi me da un infarto.

—Lo estoy. Una discusión, no pasa nada. —habló restándole importancia a lo sucedido, concentrado en la tarea de vencer a Minho en Mario Bros. —Calmate, papá

—Pues ahora siento que lo soy porque estoy preocupado a la vez por todos ustedes. —un suspiro se escuchó de la otra línea. —¿No necesitas que vaya? ¿Seguro?

—¿Estas insinuando que no soy suficiente para cuidar a Hannie? —cuestionó Lee.

—Claro que no, pero sé que al menos yo lo haría mejor porque tengo experiencia en eso.

Han quiso reír en el momento que vio la expresión indignada y molesta de Lee hacia su teléfono, como si Chris pudiera verlo. Logrando escuchar la risa del mayor igualmente a través del teléfono al estar totalmente consciente de lo que provocan sus palabras a conocer de sobra a sus amigos.

—Ya no tiene fiebre. ¿Y sabes por qué? Por mí. —recalcó contra el teléfono. —¿Y sabes lo que haré ahora? Como un buen amigo le voy a dar todo lo que quiere porque soy el mejor anfitrión, amigo y doctor del mundo.

—Bien, bien, como sea. El punto es que siga vivo, Minho. —aquello se ganó la mueca de Han. —Llamaré más tarde, estoy con Hyunjin.

Y en cuanto la llamada de cortó, fue el preciso momento donde Han Jisung se levantó celebrado su victoria contra el personaje de Minho. Se sentía feliz por algo que había logrado después de tanto tiempo creyéndose un fracaso. Era un juego, pero al menos significante en su infantil corazón.

—Te lo dije, Luigi es mil veces mejor.

—Comienzo a creerlo. —sonrió Lee, dejando caer su cabeza hacia atrás en el sillón para luego juntar las fuerzas necesarias para estirar sus extremidades. —Bien, adivina que haremos hoy.

—Soy terrible adivinando.

—Exactamente por eso te lo pregunto. Haz un intento.

—¿Pasaremos un día normal en tu casa porque recién me acabo de recuperar de la fiebre...?

—Casi. —sonrió levantándose, tomando unos segundos para volver a hablar. —Iremos a un parque de diversiones como solíamos hacerlo antes. Pero eso sí, irás con mil capas de ropa porque no quiero que te vuelvas a enfermar.

Capas de ropa, como si no las estuviera usando en ese instante.

—¿Y por qué el "casi" si es totalmente lo opuesto a lo que dije?