Blake finalmente regresó a su "escondite" tras una misión, y si, era un escondite donde se reunían todos los participantes de la mafia. Esta vez fueron a robar, no era gran cosa en comparación con lo que hacían otras veces. Nada más entrar en su escondite, se quita la máscara ya que ahí estaba seguro, se le vería con un semblante serio, indiferente. Odiaba estar en un sitio como ese, el escondite solamente tendría una planta con poco espacio pero como normalmente está solo en ese lugar pues no hay problema en ese sentido, además, era un lugar sucio, estaba lleno de escombros.
Nada más llegar a ese lugar, iría lentamente hacia un sillón viejo que se encontraba cerca de unas estanterías repletas de libros para así sentarse en él. Si, el pasatiempo de Blake era leer, adentrarse en historias y olvidarse del mundo exterior.
Blake es un chico alto con pelo negro, corto y tiene los ojos azulados, la mayor parte del tiempo va vestido con ropa negra. Cualquier persona que le conoce sabe que es alguien muy reservado y distante con los demás.
El sonido de la puerta abriéndose hizo que Blake volviera a la realidad y dejase de estar sumergido en sus pensamientos.
-¿Qué haces aquí a estas horas?
Rápidamente reconoció la voz, era de su padre adoptivo, también conocido como Phil. Sin apartar la vista del suelo responde
-Eso debería preguntarte yo, además, es estúpida esa pregunta viniendo de ti, no finjas que no me obligas a formar parte de esta mierda.
Phil se acercaría a él de manera brusca llevando su mano al cuello de el, lo apretaría suavemente levantándolo un poco del sillón
-Gracias a esta mierda estás vivo, ¿Has olvidado que te abandonaron y que gracias a esto estás seguro?
Blake le empujaría haciendo que por fin le suelte, le mira con desprecio, tendría el ceño fruncido
-Más te vale no volver a hablarme así o volverás a sufrir esos castigos
Diría Phil mientras camina hacia la puerta, unos segundos más tarde sale de la habitación cerrando la puerta tras él. Blake le seguiría con la mirada hasta que sale del escondite, segundos después daría una patada a varias cosas viejas que guardaban en ese lugar haciendo que caigan al suelo.
Caminaría hasta el baño y apoyaría sus manos en el lavabo mirándose al espejo con desprecio, pensando una y otra vez en lo ocurrido. Él se prometió una cosa, y era salir de aquel lugar lo más rápido posible, parece fácil pero no lo es...
