Capitulo 6

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Gonzalo se despertó lentamente en la oscuridad de la habitación, abriendo los ojos de forma perezosa, sin ganas de moverse de la cómoda posición en la que estaba. Sentía que había dormido una eternidad, o que se había puesto en "modo hibernación". Se estiro un poco solo sintiendo otro cuerpo acurrucado a su lado, Andrés rodeaba con sus brazos el cuerpo de Gonzalo, apegándose más a él, formando un cálido abrazo que le saco una sonrisa al mayor.

Lentamente los recuerdos del día anterior invadieron la mente de Gonzalo, explicando el por qué se habían acostado temprano, Andrés no había podido ni con su alma después de ese gran y quizás primer orgasmo. Al principio el plan de Gonzalo era solo observar al minino dormir, pero luego, dejándose llevar por la ternura y paz que le transmitía su gatito, termino acostándose a su lado, para que ambos durmieran abrazados, tan solo a las ocho de la noche.

—Ahmm...Ari... —Dijo el minino entre sueños, ahora enrollando sus piernas y cola alrededor de las piernas de las de Gonzalo, sacándole una pequeña y silenciosa risa. Andrés tenia las orejas relajadas, igualmente que su cuerpo, envuelto en un sereno y profundo sueño. Gonzalo no quería despertarlo, así que supuso que un poco más de sueño no los mataría.

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Cuando todo parecía perfecto entre Gonzalo y su gatito, nuevos problemas se asomaron.

A Gonzalo lo conocían por ser alguien precavido y tener orden para todo. El solía hacer las compras por semana sin falta, sin embargo, últimamente no había querido salir por no dejar a Andrés solo, pero sus provisiones ya se estaban acabando, y salir de compras con Andrés definitivamente no era una opción. Gonzalo había leído muchas cosas sobre los niños-gato en las ahora abandonadas páginas de internet de Neko Corporation, como, por ejemplo, ahora sabía que a Andrés se le podía enseñar a hablar, solamente había que tenerle una paciencia extrema, pero era posible. También sabía que la sensibilidad de Andrés era como la de un animal en celo, por lo tanto, esa era la razón por la cual reaccionaba hasta al más mínimo roce y es que estos gatitos se entregaban completamente al placer, como animalitos, según el artículo. Mas al final de la página, se encontraba algo igualmente importante, ahí explicaban que una vez niño-animal se encariñe con su dueño, automáticamente lo amaría infinitamente, cosa que era gracias a su instinto de animal doméstico, porque así era con los perros y gatos, ellos al verte a los ojos tienen la sensación similar a lo que sientes cuando estás enamorado. Gonzalo se dio cuenta de que Andrés estaba definitivamente enamorado de él, eso significaba que su antiguo dueño, quien quiera que sea, ya no valía.

Andrés había escogido a Gonzalo y punto.

Ya en el verdadero final de la página, había una zona no disponible, donde hablaban sobre un nuevo proyecto secreto que se estaba desarrollando respecto a mejoradas versiones de los juguetes sexuales, sin embargo, no había información, y la pagina no se había vuelto a actualizar hace años.

A Gonzalo no le gustaba referirse a Andrés como un simpe juguete, el veía al pequeño como algo más, alguien que amaba con locura y con quien quería permanecer toda su vida, pero sí tendría que entrar a las paginas para saber más sobre él, lo haría.

🐾

—Mi amor tienes que quedarte quieto—Gonzalo suspiro resignado al ver como Andrés jugaba fascinado con las burbujas de la bañera. El gatito estaba pasando por su baño del día, pero ya empezaba a encariñarse con el agua, junto con ese patito de goma que Gonzalo había sacado de unas cajas solo para entregárselo a su pequeño para que se entretuviera en el agua.

"Cuidado con que le entre agua en las orejas, o podría perder el sentido del oído" Recordó vagamente Gonzalo mientras lavaba los risos de Andrés con sumo cuidado. El menor descuidadamente dejo que el patito de hule se resbalara de sus manos y callera en la bañera, salpicando agua tanto a él como a Gonzalo.

Neko Corporation (Spartor)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora