Capítulo 18 🗡️

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Bryony

Aquella noche lucía espectacular, con un hermoso vestido de color verde oliva que destacaba las curvas de mi cuerpo que por mucho tiempo me esmeré en ocultar. Pero ahora ya no lo haría, ahora quería que me vieran, que supieran de mi existencia porque era una diosa, por supuesto que lo era. Tenía el conocimiento que era hermosa, Caden me lo decía siempre y yo me lo decía también porque era cierto.

Ya no sería más la niña tonta y la bruja inútil que tenía miedo de mostrar sus poderes por el miedo de hacer algo malo o dañar a alguien. Esta vez estaba segura de mí, de todo lo que podía hacer y todo lo que hacía era maravilloso.

Morgan se encargó de comprarme unos tacones que hacían juego con el vestido y el bolso que llevaba en la mano. Cubrí mis hombros con un abrigo negro que me llegaba arriba de las rodillas cubriendo un poco mis piernas. El club donde se supone estaba la daga no quedaba muy lejos del hotel, pero preferimos subir a un taxi e ir a ese lugar de una vez por todas y recuperar la daga que era de Lucifer y que le fue robada.

Al bajar del taxi el lugar estaba casi vacío, solo unas cuantas personas entraban al lugar, no había nadie afuera esperando.

—Te ves hermosa —Caden me ayudó a bajar cogiendo mi mano.

Nunca había usado tacones tan altos pero parecía que los había usado toda la vida.

—Y tú te ves muy guapo —musité sobre sus labios.

Thea y Curtis llegaron a nuestro lado, esperamos que Camille y Morgan llegaran mientras el taxi se alejaba. Me giré y levanté la cabeza, me pude fijar que desde ese punto se podía ver la punta de la iglesia. No sé porqué pero tenía una extraña premonición con respecto a este lugar cómo si fuera más importante de lo que en realidad parecía.

De nuevo me giré hacia ellos en el preciso momento que Camille y Morgan bajaban del taxi, ambas se veían hermosas y radiantes. Al acercarnos a la puerta un hombre de traje negro esperaba a un lado, cada uno sacó los boletos que Camille había comprado y se los entregamos, abrió la puerta y nos dejó pasar.

El lugar no era algo del otro mundo pero sí era espectacular. Las luces neón iluminaban todo el lugar, parpadeaban, rebotaban en cada pared y esquina. En medio había una gran pista que para este momento estaba vacía, alrededor había mesas y sillas altas, en una esquina pude ver unas escaleras que llevaban a la zona VIP, donde había pocas personas.

—Dicen que va a venir un DJ —dijo una chica que pasó detrás de nosotros.

—Vamos arriba —indicó Camille y la seguimos escaleras arriba —. Aquella es nuestra mesa.

Nos acercamos a la mesa con un largo sofá media luna, estaba al lado del barandal y teníamos una vista perfecta de lo que pasaba ahí abajo.

—¿Los pueden ver? —preguntó Camille. Morgan y yo la miramos ya que éramos las únicas dos en esta mesa que podíamos identificar a los cazadores sin tener que ver sus tatuajes, era una de las ventajas de tener poderes sobrenaturales.

—Yo no he visto a ninguno —musitó Morgan.

—Yo tampoco.

Una chica se acercó a nosotros para tomar nuestro pedido y bajó las escaleras para ir hacia la barra, me fijé en ella y nos señaló cuando le entregó la nota al bartender que no dejó de mirarnos por varios segundos. Sus ojos se iluminaron de un extraño color blanco y supe que era un cazador.

—El bartender es un cazador —dije sin apartar la mirada de él. Dejó de mirarme y se concentró en preparar las bebidas. A la chica se le unió otra más y otra más, cada una de ellas tenía pedidos que llevar a las mesas y el lugar se estaba llenando a cada minuto.

Immortal 🗡️ (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora