¡Dios!, vaya chico... Dioses de Euskadi: El dios del trueno. Libro I

1. Desastre

Aquí empieza ¡Dios!, vaya chico...

(Dioses de Euskadi, libro I)

♡♡♡ Catalina ♡♡♡

Siempre he sido un desastre. Soy una chica que no sabe controlar sus emociones y arruino las cosas antes de haberme dado cuenta. ¿Podría eso cambiar de una vez? Perdí al chico que amo por culpa de mi temperamento. Necesito cambiar. Dejar de hacer daño a quienes me rodean.

Y, por sobre todo, voy a recuperar a Sebastián.

Aprieto con fuerza la moneda antigua de cinco pesetas contra mi pecho, mientras observo la estatua más hermosa de uno de los dioses que hay en este templo. Nunca he sido religiosa, pero vinimos de vacaciones al país Vasco en España y, de todos los museos que hemos visitados, este templo tocó algo en mi interior. Los dioses de piedra se alzan como ecos del pasado y me hacen pensar que la magia existe, que podrían escucharme.

Quizás, he visto demasiado anime.

O ta vez solo sea conveniencia. Estoy tan desesperada, que un milagro divino es lo único que me puede ayudar. Espero que la sinceridad de mi sentimientos y la locura con la que aún amo a Sebastián sean suficientes para invocar la misericordia de los dioses.

—Cata, ¿qué se supone que haces? —Andrea me mira ceñuda.

El problema de mi mejor amiga, Andrea, es que es muy literal y no ve el lado metafórico de la vida. Ella ha disfrutado mucho de estas vacaciones en España, rondando un club nocturno y otro, sin darse cuenta que el templo que estamos visitando es especial.

—Pedirle un deseo a los dioses, ¿no es obvio? —respondo, más ceñuda.

Estos vacos tenían dioses muy extraños, con formas de animales, por lo que he elegido el que me pareció más humano y menos como una mascota. Su estatua es la de un hombre joven y apuesto con el torso desnudo, emergiendo de la fuente de agua como lo que supone que es, un dios.

Cierro los ojos, aferrando la moneda entre mis dedos y pienso una oración con toda la fuerza de mi alma, de mi corazón roto.

«Por favor, dios de la belleza y del amor, dame el valor para enfrentar al hombre que que quiero y decirle, ¡te amo!», ruego en mi interior.

Arrojo la moneda al agua, tal y como he visto hacer a otros turistas y sonrío satisfecha. Podría jurar que sentí el poder del dios de la belleza en mi interior.

—¿Y qué carajo estás pidiendo? —Andrea suelta una risa aguda y luego baja la voz—. ¿Aún no le dices a tu madre que no quedaste en leyes?

—¡Shhhht! —agito las manos mirando a mi alrededor, pero por suerte mi madre está coqueteando con un hombre a la sombra del templo—. ¡No sabe! Y no... le pedí a este dios un deseo de amor.

—Pero ese es Sugaar, el dios de la tormenta y la calamidad.

—¡¿Qué?!

La moneda brilla en la base de la fuente. Parece como si se hubiera doblado, quizás por efecto del agua. O quizás ahora estoy maldita.

¡Mierda! ¡Ni algo tan simple me sale bien! Me lanzo de cabeza a la fuente para recuperar mi moneda, pero apenas estiro mi brazo dentro del agua siento un terrible dolor en el pecho y salgo despedida con fuerza hacia atrás. Lanzo un grito, veo el cielo nublado sobre mí y de pronto estoy de espaldas en el suelo.

Escucho el grito de Andrea, pero no siento mi cuerpo y su rostro se pierde lentamente en la oscuridad.

♡♡♡ Continuará ♡♡♡

** Esta historia está inspirada en la mitología vasca. Sin embargo, me tomo muchas libertades. Elevo genios, espíritus u otras entidades vascas a categoría de dioses porque es mi propio mundo, simplemente inspirado en la mitología euskalduna. Las palabras en euskera sí son reales y las iré poniendo en un glosario a inicio de cada cap

Nota de autora 

Hola! ¿Les gusto el primer cap? No sé si fue muy breve, pero prefiero empezar despacio jeje

¿Qué les parece Catalina? Espero sus comentarios ^^ gracias por leer!!!

En el próximo cap conoceremos a Mikel ϟϟϟ

Abrazos ϟ♡ϟ

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Los derechos de la imagen son de Ángela Mármol

PD: ya sé que la moneda de 5 euros no existe, es un guiño a Noragami que me inspiró a escribir esta historia.

PD: Me disculpo de antemano con la gente de España si cometo errores de lenguaje en mis personajes vascos. Un abrazo!