Asistente

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-"Cómo se encuentra?"- preguntó Hiruzen desayunando junto a su esposa, desde hace una semana que dejaron de ser solo ellos dos en su casa, ahora tenían a una tercera persona en el cuarto para invitados, aún recordaba como llegó aquel joven así como su esposa, ambos con la ropa manchada de sangre pero por el estado del muchacho era obvio de quien era, su mujer lo llevó al cuarto de baño y salió solo para ir a buscar unas toallas y un cambio de ropa, el rostro del muchacho al salir solo indicaba que había llegado al final del camino, no expresaba nada, avanzaba silente como ausente de lo que ocurría a su alrededor solo siendo guiado por su esposa, y de eso, no había notado ningún cambio favorable en aquel muchacho, era como un fantasma en su casa, aunque siempre se mantenía cerca de su mujer como una polilla a la luz.

-"Al menos de sus heridas ya está algo recuperado pero de ahí en más, cada día se encierra más y más, solo habla cuando se le pregunta, no pensé que todo terminaría tan mal, iba progresando tan rápido que creí que podría recuperarse pronto pero esta vez la caída fue peor, perdió lo único que lo volvía útil"- respondió Biwako mirando su taza, Hiruzen asintió.

-"Qué tienes pensado hacer con el? acaso lo tendrás encerrado en esta casa por lo que le resta de vida? porque tanto tu como yo sabemos que eso no mejorará su situación, debemos darle algo que lo mantenga ocupado para que no piense en lo que pudo ser"- Biwako miró a su esposo, pensó en las distintas posibilidades, hasta que abrió levemente sus ojos, Hiruzen en ese instante supo que su mujer tenía la solución.

-"Naru chan trabajará conmigo, será mi asistente así como mi escolta, me ayudará en casa así como  en el hospital, si es necesario lo entrenaré para que sepa como actuar en las distintas situaciones"- propuso Biwako entusiasmada con su propia idea, Hiruzen solo asintió ya que sabía que nada la haría cambiar de opinión.

-"Está bien, lo dejo en tus manos"- así ambos continuaron comiendo en calma.

En el jardín del recinto Sarutobi se puede ver a un pelirrubio practicando taijutsu a una velocidad lenta con los ojos cerrados, solo se encontraba con pantalones hasta media rodilla de color negro, y sandalias del mismo color, su cuerpo se encontraba tenso, de golpe abrió los ojos y repitió a alta velocidad los golpes que antes había estado entrenando, entrenar era lo único que le quedaba, jamás sería un ninja, estaba defectuoso, su vida había terminado, no tenía nada, la imagen de Mito cruzó por su mente.

-"Naru chan ven un momento por favor, tengo algo que comunicarte"- El pelirrubio  miró en dirección de quien le hablaba, aquella señora que siempre había estado con el, no sabía como podría en el futuro saldar su deuda, tomó su polera que se encontraba en el suelo y se acercó.

-"Si? Biwako sama"- Respondió el pelirrubio.

-"Tengo buenas noticias para ti, te conseguí el mejor trabajo del mundo"- Naruto miró con curiosidad a la mujer, Biwako solo sonrió.

En la casa de la familia Uzumaki.

-"Hija apresurate que vas a llegar tarde para reunirte con tu equipo"- gritó Kushina, mientras que a su lado se encontraba su esposo bebiendo café.

-"Nuestra hija salió temprano querida, y sospecho que no fue para llegar temprano al campo de entrenamiento, más conociendo a su sensei"- Respondió el Namikaze, Kushina miró el puesto que había preparado para su hija.

Mito estaba en la entrada del departamento de Naruto, sentía mucha tristeza al ver todo destrozado así como manchas de sangre en el suelo, es que el mundo podía soportar tanta injusticia, su amigo era inocente.

-"No va a encontrar a nadie en ese departamento señorita, el antiguo propietario fue llevado por la esposa del Sandaime sama, además no creo que vuelva o no pronto ya que nadie lo quiere cerca"- habló una señora quien parecía ser la vecina de su amigo.

-"Muchas gracias"- fue todo lo que dijo la pelirroja para retirarse rápidamente, ahora sabía a donde podría encontrarlo, no quería abandonarlo, no quería que estuviera solo.

-"No se como Yodaime sama permite que su hija ande merodeando a un delincuente como el"-  comentó la mujer para volver a ingresar a su casa.

 Después de unos minutos Mito se encontraba frente al portón del recinto Sarutobi, inhaló y exhaló, tocaría y preguntaría por la esposa de Sandaime sama y a ella le preguntaría por Naruto y ya después planearía como presentarse ante el pelirrubio, se acercó al portón e hizo sonar la campanilla al lado del portón, esperó unos segundos, estaba por tocar nuevamente pero el portón fue abierto.

Naruto ya con ropa limpia completa de negro con excepción de  las vendas en sus muñecas, se acercó a paso tranquilo al portón, ya estaba informado de su nuevo trabajo y serviría de la mejor manera posible a la señora de la casa, centraría todos sus esfuerzos para hacerlo bien, al llegar al portón tomó una de las argollas de la estructura y abrió.

-"buenos días, en que le puedo ayudar"- preguntó con su rostro inexpresivo. Mito se quedó congelada, su mente quedó en blanco, no consideró que la primera persona que se encontraría sería el pelirrubio, pero sacudió su cabeza y se acercó al pelirrubio para abrazarlo pero Naruto retrocedió.

-"Naruto yo te andaba buscando, necesitaba disculparme por todo lo que te sucedió, te juro que no era mi intención que todo esto sucediera, yo quería seguir estando contigo, yo quería que fuéramos ninjas juntos"- pero la Uzumaki fue interrumpida por el pelirrubio.

-"Te disculpo pero si no tienes ningún negocio con la familia Sarutobi te pido te retires, yo no puedo ni tengo que perder mi tiempo ya que mi deber es servir a la señora de la casa, que tenga buen día Señorita Mito"- Naruto se dispuso a cerrar el portón pero la pelirroja no lo permitió, Naruto estaba por utilizar más fuerza pero sintió un toque suave en su hombro, se giró y se encontró con la señora de la casa, por lo que bajó la mirada y se hizo a un lado.

-"Sucede algo Naru chan? acaso tenemos visitas?"- preguntó Biwako lista para partir a su visita en el hospital.

-"Nadie importante Biwako sama, solo la señorita Mito que se vino a disculpar pero ya se retira"- Biwako asintió, Naruto abrió la puerta y ahí estaba la Uzumaki lista a insistir pero debió guardar silencio al ver a la esposa del sandaime Hokage.

-"Buenos días Mito chan, en qué te puedo ayudar?"- preguntó la mujer con una sonrisa gentil.

-"Buenos días Biwako sama, solo quería saber como se encontraba Naruto y pedir perdón"- La mujer asintió.

-"y por lo que veo el ya te perdonó, me gustaría poder hablar más contigo pero debo ir al hospital y Naru chan estará muy ocupado, si quieres puedes venir en la tarde"-.  

MaestroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora