Un ángel a mi lado

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Abril, 2018.

Estoy sentada en mi cama, observando mi al rededor, he logrado ordenar un poco todo el lugar, justo como Kayden me lo había mencionado, estoy esperando por él, estoy esperando verlo desde hace días, sin embargo, eso no ha ocurrido, antes no encontraba una explicación para su repentina ausencia, pero ahora, hay una para este silencio que ha dejado con su falta; aquel polvo extraño con el que llenan las bebidas de algunas personas, justo por las mañanas, en aquel sitio, es el causante de que ya no pueda verlo desde que ingrese a este silencioso lugar.
No es un lugar malo, pero no es casa, no es el lugar donde pasábamos horas conversando, aquel que guardaba nuestros secretos, recuerdos, cada cosa que sucedía; aquí, sin embargo, es vacío, no hay nada de lo que pueda sentirme alegre. Todos los días hay visitas, pero a pesar de eso, no estás él, no puedo verlo, y vaya que he dejado claro mi deseo de hablar con Kay, abrazarlo y conversar, pero mis palabras no hacen cambio alguno, y, aunque implore no ver a nadie más que a él, nunca se cumple.

Hay cosas que pasamos por alto, porque en realidad así es como lo deseamos, pero, hay otras tantas que aunque no deseamos pasar de ellas, nuestra mente parece trabajar sola, pues es la que se encarga de olvidar todo aquello que nos hace daño o que simplemente no funciona en nuestro día a día, y, en mi caso es así, desde que estoy aquí, he podido notar muchas cosas que antes no tenia ni idea, cómo, por ejemplo, ¿qué hago aquí?, desde que se fue la primera vez, todo comenzó a ir como en una montaña rusa, íbamos bien y de repente todo iba tan mal, iba descendiendo, y con ello, mis recuerdos se iban al olvido, y, aunque yo no lo deseara, así era. No recuerdo las razones por la que tan repentinamente dejé de verlo, de hablarle, de sonreírnos. Tampoco recuerdo la razón por la que ahora vivo aquí, en este lugar frío, silencioso y tan abrumador. Ninguna de las personas que pisa la habitación ha querido decirme lo que sucede, la última vez que lo vi, me prometio que todo iba a estar bien, pero ahora todo parece tan confuso.

Mayo, 2018.

Para Kayden:
He decido comenzar a escribir en una libreta que he encontrado en la mesita junto a la cama, quizá, un día de estos aparezcas por la puerta y puedas leer cada detalle que he anotado para ti y para no olvidar...
Primero, estoy deseando escuchar tú voz, ver tu hermosa sonrisa, tener conversaciones largas.

Tú mamá pasó por aquí, la semana pasada; sonrió al verme, así que concluí que tú y yo nos veríamos pronto, o al menos que intentaría ayudarte a venir aquí, conversamos y fue la primera vez desde tu repentina ausencia que decía mucho más de dos palabras, cuando llegó el momento de preguntar por ti, ella sólo sonrió con lágrimas en los ojos y me repitió que todo estaría bien, las últimas palabras que escuché de ti.
Otro suceso de relevancia fue, cuando conocí a Derren, es aquel joven de piel morena que entra por las mañanas para asegurase de que estoy bien, ¿crees que sea una especia de doctor?; en fin, lo he saludado, y le he preguntado: "¿Por qué la vaca se compró una radio?", fue muy divertida su reacción, pues no había hablado con él tanto, sé sorprendido y me sonrió antes de responder con un "¿por qué?"
Y honestamente esa era justo la repuesta que esperaba escuchar, no dude ni un segundo antes de decirle la verdadera razón de la vaca.
"Porque quería escuchar múúúúúúúúúúúúsica."

En el fondo sabía que ese podía haber sido el peor chiste de la historia, sin embargo, él fue muy amable y río ante ello. Estoy segura que esto era algo que te encantaría leer, pues, recordaba muy bien tus palabras sobre la importancia de enfrentar los miedos, socializar, rodearme de personas con buenas intenciones, y realmente sentía que estaba haciendo mi mejor es fuerzo, ¿no crees?
Sigo esperando por ti, ¿vendrás pronto a verme?, te extraño.

Junio, 2018.

Para Kayden:
¿En qué se parecen un boxeador y un telescopio?, vamos te daré tiempo para que adivines, ¿listo?
Bien, pues la respuesta es, en que ambos te hacen ver las estrellas. Apuesto a que eso no lo veías venir, ¡hahaha!
Bueno, comenzaré la carta con una mala noticia, primero: no recuerdo dónde han quedado el resto de las cartas que te he escrito, tuve un ataque de ansiedad al notar la ausencia de ellas, duré tantas horas buscándolas qué perdí la cuenta.
Segundo: he descubierto que este lugar en el que estoy, no es una casa en la cual puedas retirarte para pasar un rato contigo mismo, al menos no voluntariamente en la mayoría de los casos, se llama "Hospital psiquiátrico", he preguntado los detalles, como, ¿qué hago aquí?, ¿qué pasa conmigo?, y la misma pregunta de todos los días, ¿dónde está Kayden?, no puedo ir a buscarte en todos aquellos lugares que aparecen en mis sueños, aquellos que comencé a tener, incluso eso me hizo pensar que, para estas alturas ya me habrías hecho una visita, pensaba que al estar al tanto de toda aquella situación, ya estarías aquí para animarme; pero no es así, sigues sin venir a verme, enserio, ¿dónde estás?, ¿estás bien?
He pasado tantos días sin verte, llevo la cuenta de cada uno de ellos, y aunque, tú mamá sigue visitándome continuamente, e intento desesperadamente preguntarle por ti, siempre obtengo la misma repuesta, nada. Si fuiste tú quien lo arruinó, ¿por que me duele tanto a mí?, porque eso debió ser, no encuentro otra explicación para tu ausencia. Te extraño, y no puedo evitarlo.

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