Narración desde el punto de Alexia.Había pasado algo así de dos semanas y media desde la quedada. Daniel y yo estábamos juntos y más felices que nunca, él siempre me daba besos en la mejilla y alguno que otro en los labios. Realmente era feliz, aunque por otra parte, un estado de preocupación invadía los rincones de mi mente. Estaba preocupada por Ana. Desde aquella tarde la notaba distanciada y ya casi no hacíamos rol, cosa que me entristecía, pero en el fondo lo entendía. Y si lo que quería Ana era espacio, se lo iba a dar. Todo por los amigos.
De todas formas, era viernes. Me dirigí hacia la parada de autobús buscando a Daniel con la mirada, y después de unos segundos, finalmente lo encontré. Parecía ser que él también me estaba buscando. Sonreí embobada al darme cuenta de esto y me acerqué a él por detrás.
-"Holi!"- Exclamé riéndome. Daniel se dio la vuelta y sonrió, mirándome con cierta ternura y amor en sus ojos - o eso notaba yo -. Cogió con cuidado mi rostro y nos dimos un beso de no más de 7 segundos como saludo. Después, nos subimos al autobús cogidos de la mano. Entramos casi los últimos y a causa de ello pude divisar a Ana en uno de los asientos del fondo.
La sentía apagada. Ahora vestía con tonos algo más oscuros que de costumbre y se sentaba sola, con sus auriculares y con la mirada gacha. Tras sentarnos Daniel y yo, me prometí mentalmente hablar con ella después.
-A finales de la jornada universitaria-
Se que me dije a mi misma que hablaría con Ana, pero los encantos de Daniel me mantuvieron cautiva. Sus ojos, su manera de ser, todo... Daniel me volvía loca. De todas maneras, no había visto a Ana rondando por ahí, así que lo podría utilizar como excusa.
De pronto, Daniel llamó mi atención con un pequeño beso en mis labios.
-"Pequeña... te apetecería venir a mi casa a comer? Según lo que me has contado, ninguno de los dos tenemos tarea, por lo tanto, tenemos los dos la tarde libre, así que... tarde juntos, no crees cariño..?~"- Dijo acercándose a mi peligrosamente. Yo me ruboricé al darme cuenta de lo cerca que estaba de mi, podía notar su lenta respiración en mi rostro.
-"E-Esto... emm... s-si! Claro!" Dije notablemente nerviosa. Me percaté cómo el sonreía con picardía relamiéndose los labios. Dios... Daniel, ¿pretendes volverme loca?
Tras esa conversación nos fuimos a su moto, se había sacado el carnet hace unos muchísimo tiempo atrás, cosa que me había dicho en una de nuestras conversaciones anteriores. Nos subimos los dos y empezó a conducir. Daniel salió del aparcamiento y condujo por la carretera que estaba al lado de la playa. Yo me deje llevar y me solté el pelo, dejando que fluyera con el viento. En ese mismo momento, lo abracé y apoyé mi mejilla contra su espalda, sonriendo y sintiendo la brisa del viento en mi cara, era un paraíso.
Cuando llegamos a su casa la miré con asombro. Era bonita, muy bonita. Estaba tan embobada admirando el exterior de la casa que no me di cuenta que Daniel me había abierto la puerta de la casa como todo un caballero.
-"Señorita..."- Dijo sonriendo. Yo reí, me acerqué a besarlo y entre en su casa. Por dentro era igual de bonita. Daniel entró y me abrazo por detrás.
-"Te gusta...?" Me susurró en el cuello. Sentí un escalofrío recorrer mi espalda hacia abajo, más específicamente... "ahí". Mordí mi labio, aguantándome el deseo de darme la vuelta y comerle a besos.
-"Si.."
-"Pues más bonito vas a ver mi cuarto..."No se ni cuando, ni como pasó, pero acabamos los dos, en su cuarto, haciendo cosas que ninguno de nosotros dos se imaginaba que hubiéramos estado haciendo el primer día que nos conocimos en aquella clase de inglés, sentados en ese simple pupitre.
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Un romance inesperado
RomanceÉramos unas amigas con un pequeño chat...esta es nuestra historia. Ficción.