1.

18 5 1
                                    

Era todo cálido, me sentía tibio y desestresado, como si todo lo que había acumulado en las últimas semanas hubiese desaparecido, la cama era cómoda, me dolía un poco el trasero y al parecer tenía resaca, pero la sensación de haber tenido un buen sexo me reconfortaba.
No quería abrir los ojos, estaba bastante cómodo, hasta que sentí un pequeño olor a almizcle y algo en mi pecho se empezó a mover frotándose en mi pecho llamándome: "Akashee".

Abrí los ojos de golpe y tremenda sorpresa me llevé al mirar a Kōtarō Bokuto, abrazándome con una enorme sonrisa, esta durmiendo y su agarre hacia mí era bastante protector. Después de unos cuantos minutos reaccioné y lo empujé.

—Bokuto-san... No soy Akaashi, ¿puedes soltarme? — comenté al ver que aquel grandulon idiota no se movía para nada. “Pero Akashee..." expresó mientras me soltaba y se tallaba ambos ojos y al verme se quedó estupefacto al confirmar que no era su amor.
—¿Ya viste? — comenté levantándome de la cama, últimamente Bokuto había jugado horrible debido a que Akaashi, su pareja, se iría 6 meses a USA por una oferta de trabajo, según de lo que se quejaba Miya.
La mirada de Bokuto de arrepentimiento de haberlo engañado era más que suficiente para que su cabello se bajara y para ponerse a llorar debajo del escritorio.

Lo miré con lástima, me dió tanta pena que me acerqué, respetando su espacio personal, y lo miré  seriamente, ya quería que se fuera de mi habitación, así que debía subirle el ánimo.
—Bokuto-san, si no dices nada, yo tampoco, esto quedará entre nosotros, haremos que nada de esto sucedió, tú no engañaste a tu novio y yo no tuve sexo contigo, bueno en realidad ni tú y yo nos acordamos... Lo que no recuerdo no pasó. — comenté intentando sonar convincente, Bokuto se veía demasiado cabizbajo, eso me irritaba, no sabía que hacer, hice mis ojos en blanco.
—Bokuto-san, dicen que si hiciste algo malo y te bañas antes de medio día, eso malo desaparece.—  Lo dije intentando sonar positivo como si fuera un truco de magia, Bokuto era demasiado simple que creyó en aquella mentira y se metió a bañar sin decir nada, se baño demasiado rápido, haciéndome dudar sobre su higiene y dándome de topes al ver que había usado mi mismo jabón.

Tiré el jabón y abrí uno nuevo, después me dediqué a hacer la limpieza correspondiente de mi pieza.

Cuando salí por algo de comer, ahí estaba, mi ex novio con una sonrisa cretina, Atsumu Miya, ese idiota me miraba con desaprobación, éramos rommies, él era el único que se había adaptado y aceptado mis reglas de higiene. Lo terminé porque era demasiado celoso y no sabía controlarse, de vez en cuando teníamos sexo pero ahora estaba saliendo con alguien así que me dejó de lado.

—Oh... Ahorrate tus dramas baratos, no estoy de humor para soportarte — él se rió y se metió a su cuarto, ahí estaba el pelinaranja que curaba las heridas que había dejado nuestra desastrosa relación

Te encontré. BokuSaku. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora