ℂ𝔸ℙ 𝟚𝟜

744 85 8
                                    

Se miró al espejo de cuerpo completo, su torso desnudo lleno de marcas rojizas al igual que sus caderas acompañadas de uno que otro moretón, bajó su vista a sus piernas, el interior de sus muslos también tenía chupetones.

Sonrió colocándose su bóxer y trató de peinar su desordenado cabello sin embargo no hubo ningún cambio. Unos ejercitados brazos rodearon su cintura desde atrás, San besó su hombro desnudo y luego escondió su rostro en el cuello de Wooyoung.

El delta también se encontraba con chupetones en su cuerpo, no tantos como en el omega, pero se reponía con las marcas en su espalda causadas por las uñas del menor.

A los demás les parecería enfermo, pero ellos dos se enorgullecían de las marcas en su cuerpo, si, el mayor era rudo pero eso le gustaba a Wooyoung, además, siempre se encargaba de no lastimar al omega.

Giró a ver al pelinegro abrazando su cuello mientras se miraban con amor, San fue el primero en cortar la distancia entre ambos comenzando un tierno beso. De pronto escucharon el despertador del mayor sonando en toda la habitación.

Wooyoung se apresuró a saltar enredando sus piernas en la cintura de su novio aferrándose al cuerpo del más alto. Sus ojos se cristalizaron e hizo un puchero.

"Woonie...".

"No". Ocultó su rostro en el cuello del delta mientras negaba. "Por favor no te vayas...". San suspiró.

"Angel... No me hagas esto... Prometo hablarte cuando llegue".

Tal vez Wooyoung estaba exagerando, pero no podía evitarlo, San tendría que viajar a otra ciudad para ir a la universidad, porque si, el delta no era tan imbécil después de todo y fue aceptado en una de las universidades más prestigiosas.

Sus hermanos también asistían a esa universidad pero eso no le importa ahora al menor, lo único que quería era su delta no se fuera.

"De acuerdo...". El omega dejó de abrazar al mayor y se separó un poco. San no soportaba verlo triste por lo que se sintió un poco culpable. "Solo prométeme algo...". Se miraron el uno al otro.

"Qué cosa?".

"Pensarás en mi la mayor parte del día...". Choi sonrió y besó la frente de Wooyoung.

"Incluso en la noche pensaré en ti". Le guiñó un ojo haciendo reír al más bajo.







📚









Wooyoung miraba su celular, esperando la ansiosa llamada de San, ya se había tomado la pastilla anticonceptiva que solo tomaba cuando no usaba protección al estar con el delta.

Habían pasado unas horas desde que se fue, sin embargo, aun no recibía ni siquiera un mensaje.

"De seguro ya llegó y se distrajo viendo a algún otro omega". Abrazó sus piernas mientras observaba el celular en la mesa.

"Wooyoung por favor, no seas tan exagerado". Dijo su madre sin apartar la vista del libro que leía.

"Si no es eso, entonces por qué no ha llamado?".

"A lo mejor se ha quedado sin batería-". El menor la interrumpió.

"No". Se levantó de golpe fulminando al celular con la mirada. "De seguro es porque se ha detenido hablar con algún resbaloso omega o yo que sé... Pero sabes qué, Choi San". Tomó el celular. "A mi no me importa, es más terminamos, ya no te quiero!!". Le gritó al aparato volviéndolo a dejar en la mesa para después caminar a las escaleras.

La omega lo miró irse con una ceja alzada, desde cuándo su hijo era tan tóxico.

El celular comenzó a vibrar mostrando una foto de San, estiró su mano para alcanzarlo pero Wooyoung (quien llegó corriendo, tropezándose y estando a punto de morir en las escaleras) lo tomó primero contestando al instante mientras corría al patio trasero.

°𝔻𝕖𝕝𝕥𝕒 𝔼𝕤𝕥𝕦𝕡𝕚𝕕𝕠°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora