Capítulo 24: Max.

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Otra vez me encontraba en New York la ciudad que nunca duerme, comencé a caminar con Max tirando de la soga, lo había sacado a pasear. Ya que estos días había estado encerrado en la casa de mi madre en San Antonio, creo que era momento de pasar tiempo juntos. Ya casi tenía 5 meses y ya era una bestia, literalmente. Había crecido demasiado estos meses y estaba seguro de que en cualquier momento sería más grande que yo. 

Me senté sobre el pasto de una de las plazas, Max se sentó a mi lado mientras miraban atento como otros perros jugaban o corrían. Max era un perro inteligente después de todo, era cariñoso y atento. Ambos miramos mi celular que comenzó a sonar, mire la pantalla que en ella aparecía el nombre de “Zia” y corte la llamada para luego apagar el teléfono, no quería hablar con nadie en estos momentos, éramos solo Max y yo, nadie más.

Austin: Te dejaría ir con ellos, pero eres un loco.-Max me miro y ladro dos veces- ¿Te comportaras?-el comenzó a mover su cola y se puso de pie- Te estaré vigilando, Max.-me acerque a él para sacarle la correa, el rápidamente comenzó a correr hacia los demás perros, todos le dieron la bienvenida y comenzaron a correr por toda la plaza. Encendí mi celular y llame a Alex-

Alex: Hola hermano, ¿ya estás en New York?-contesto minutos después-

Austin: Si, esta mañana llegue con Max.

Alex: ¡Qué bien! Lamento no estar hoy hay, estoy en Los Ángeles con Robert, mañana iremos supongo, puedes quedarte en mi casa mientras tanto ¿tienes la llave de repuesto?

Austin: No te preocupes Alex, si la tengo pero no quiero ser una molestia en tu casa.-conteste mirando el cielo-

Alex: No eres molestia, Austin, eres mi amigo quédate si quieres… mientras Max no deje regalos en el patio todo está bien.-escuche su risa-

Austin: Gracias, Alex, prometo que Max no dejara regalos en el patio.-dije entre risas- Te veré mañana entonces.

Alex: Exacto, nos vemos, Austin mándale saludos a Max de mi parte.-luego de despedirme de Alex corte la llamada, Max corrió hacia mí y comenzó a lamber mi cara.- 

Austin: ¿Y a ti que te sucede?-conteste riendo e intentándolo alejar de mi- Okay, okay ya entendí Max.-él se alejó y se sentó a mi lado- ¿Te has cansado?-lo mire mientras el movía su cola animado- Bien, vamos a casa del tío Alex.-le coloque la correa y comenzamos a caminar por la plaza en dirección hacia la casa de Alex. Mis pies no daban para más y Max seguía tirando de la correa- Para, Max, camina despacio.-pero este me ignoro y siguió tirando- Max, ya llegamos.-ahora yo tire de el caminando hacia la puerta, el comenzó a ladrar furiosamente, me gire hacia donde el miraba y note aun gato recostado sobre el mural de la otra casa- Ya déjalo, no te está haciendo nada.-le conteste intentando meterlo dentro de casa, me deje caer sobre el sofá mientras el olfateaba la casa- ¿Cómo puedes tener energía cuando haz corrido una maratón en la plaza?-me puse de pie- Max es hora de bañarte.-se detuvo y me miro, sabía que había entendido, como dije es un perro inteligente- Si, lo que escuchaste.-camine hacia el baño y encendí la bañera-

Me fue un poco difícil bañar a Max, primero había corrido por toda la casa, luego se había escondido y luego lo atrape y lo lleve al baño. Creo que había terminado más mojado yo que él. “Eres un perro malo… y sucio” le había dicho cuando él se había sacudido a mi lado. Me deje caer arriba de la cama de Alex y Max se acomodó a mi lado. Lo mire enojado y el movió su cola, lambio mi mano, minutos después ambos nos quedamos dormidos.

(***)

Creí que Alex había hecho las compras. ¿Cómo pretende que encienda el horno si no tiene un encendedor? "Olvide decírtelo, no tengo encendedor, lo siento." Contestó el mensaje que le había mandado minutos después. No creo que Alex se enoje si tomo su auto, me subí a este y puse en marcha. Llegue a una estación de servicio, un poco vacía, salí del auto y entre al local. Compre el encendedor, un paquete de galletas, tres latas de gaseosa y unas papas. Luego de pagar, salí del local y camine hacia el auto. Abrí la puerta del auto, lance la bolsa hacia el asiento del copiloto y metí mi dinero en el bolsillo, hasta que en un momento sentí pasos atrás de mí, voltee a ver. –

-¡Dame tu celular, ahora!-mi corazón se detuvo por un segundo al ver dos tipos enfrente de mi ambos llevaban una capucha que tapaba su rostro-

-Rápido idiota, dame tu celular y dinero.-contesto otro, saque el dinero de mi bolsillo y él lo tomo bruscamente- ¿Y el celular? 

Austin: No lo tengo.-uno me empujo contra mi auto, mi respiración se hizo pesada- 

-No estoy para juegos. 

-Ya vámonos.-le contesto el otro, quite su mano de mi chaqueta e intente tomar la manija del auto- 

-Eres un imbécil.-golpeo mi estómago, volvió a tomarme de la chaqueta y me empujo otra vez contra el auto. Un golpe en mi ojo y otro de vuelta en el estómago, levante la mano y tire de su capucha viendo su rostro. Era un tipo que jamás había visto, pude notar que tenía una cicatriz en la nariz y estaba más enojado que antes- 

-Ya déjalo, vamos.-le contesto el otro, el saco algo del bolsillo y luego sentí un dolor profundo a mi costado. Me soltó de la chaqueta y mis piernas perdían el equilibrio. Lleve mi mano hacia la herida y podía sentir un líquido, sangre. Intente sostenerme del auto pero solo caí de rodillas mientras miraba a los dos tipos salir corriendo.-

You're Mine 2 {Austin Mahone y Tu} #TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora