¿Has experimentado ese sentimiento donde tú mente no deja de darle vueltas a un tema una y otra vez? Aquel dónde tu subconsciente te bombardea con pensamientos obsesivos sobre una cosa en especifico, ahí donde sientes que tu mente está apunto de estallar y prácticamente estás ahogándote en una inundación de recuerdos ¿No? ¿De verdad sólo yo? Bien, desde chica siempre me fascinó el pensar que mi mente trabaja de manera diferente, mientras todos se preocupaban por ser las personas más “populares” del colegio, o el mejor deportista mi mente estaba bloquéada con un solo enfoque, la universidad.
Desde pequeños nos inculcaron la estúpida idea errónea que para ser exitoso en la vida debías ser mejor de la clase, que entre más estudios más dinero, y vamos ¿A quien no le gusta el dinero? Somos la generación que creció con Bob esponja y su tacaño pero millonario jefe crustáceo.
Pero no nos enseñaron que hay mucho más de trás, el estudio es importante, pero la vida no se nos puede ir solo en eso.
Existen cosas igual de importantes que el estudio y el dinero, no se cómo se le llame científicamente, pero me encanta llamarle “paz mental” algo que por supuesto no tengo pero ¡Vamos! ¿¡Cómo es que alguien podría tener paz mental en medio de una pandemia!? Si alguien sabe que me pase el dato, es para una tarea y se necesita con urgencia.
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Relatos de una chica depresiva
Teen Fiction¿Te cuento un secreto? Las personas más frías que parece que no les importa nada, esas son las que guardan un mundo entero de sentimientos dentro.