𝐎𝟑

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—The meeting between two old friends

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—The meeting between two old friends.



Se mantuvo tres días solo, sin acercarse por completo a su hermano, la imagen de este roto en llanto y abrazando con fuerza a su padre aun le dolía, él no quería causarle tal dolor a su hermano.

Por la pequeña ventana diviso la Luna, brillando de manera tan esplendida, aun recordaba como acompañaba a esta encima de la cabeza del Sunny, una pequeña sonrisa en su rostro apareció al recordar aquello, el cómo Zoro tenía que vigilar que no cayese al mar, y luego cuando caía Chopper y Brook olvidando totalmente el hecho de ser usuarios saltaban en su ayuda, rio suavemente más ceso su risa ante un ruido proveniente de la habitación de Ace.

Preocupado con rapidez paso su cabeza por el piso, y le vio, sentando en el suelo observando una luz brillante proveniente de un objeto rectangular, ladeo la cabeza confundido, ¿qué estaba haciendo?

De repente aquella luz se fue y el pecoso se puso de pie, asustado oculto su rostro y pego su oído al piso, pudo identificar sus pisadas, un pequeño golpe acompañado de una maldición, un suave chirrido y total silencio; tal parece Ace se ha dormido.

. . .

Rouge se movía con elegancia mientras preparaba un desayuno para su hijo, tarareaba una melodía inventada, una melodía perteneciente a la canción de cuna que creo con Roger para su pequeño. Una bella canción que cantaban al unísono cada que este tenía una pesadilla y pedía refugio en sus brazos.

Detuvo sus movimientos y sonrió con tristeza, comenzó a recordar aquellas pláticas con Roger, como ambos concordaban en que algo no estaba bien en Ace, no podían asimilar como con cuatro años soñaba con una feroz guerra; apretó con fuerza el cuchillo que yacía en su mano derecha.

Unos pasos descalzos se hicieron presentes, alzo con rapidez la mirada y la imagen que vio de su hijo le rompió.

Ojeras marcaban su rostro, su cabello yacía desordenado y la ropa holgada con la que vestía estaba demasiado desalineada, como si se hubiese vestido por el simple hecho de tener que ocultar aquella mancha en su espalda.

El moreno tomo asiento en aquella silla y le dedico una sonrisa a su progenitora.

—Buenos días.

—Buenos días, cielo, ¿no has estado durmiendo bien? —cuestiona con preocupación la femenina mientras deposita en la mesa el plato y el vaso lleno de jugo de manzana.

—He estado estudiando para el sentā shiken, es todo.

La femenina tan solo se limitó a asentir, no creía por completo en las palabras de su hijo, pero si no quería hablar de ello no le presionaría y esperaría

𝐓𝐡𝐞 𝐆𝐡𝐨𝐬𝐭Donde viven las historias. Descúbrelo ahora