Little Warrior

El despertar

Narra Horatio:

Pasó una semana, dos semanas.. tres semanas.. y aún no despertaba. Desde el primer día, nos pusimos a trabajar como nunca antes lo habíamos hecho.

Yo cuidaba a Barbie en las noches, Marisol la cuidaba en la mañana y Banesa en la tarde, pero también nos ayudaba.

El jefe me decía varias veces que no era necesario que estuviera en el trabajo, pero.. sentía que si no lo hacía.. no la ayudaría.

Llegando a los 2 meses, desde lo que pasó en la pizzería, Barbie aún no despiertaba.. por suerte Banesa logró contactar a una familia de Japón y nos ayudaron a donar sangre para ella. Yo al igual que Marisol, les agradecimos a ellos por venir hasta Miami y ayudarnos. Hay ocasiones que no puedo estar con ella todo el tiempo.. por mi trabajo, Marisol dejó el suyo para poder cuidar de ella.

Tanto Banesa como yo, hemos notado que Barbie tiene como pesadillas en las noches casi diario.. comienza a las 12:00 a.m y se calma a las 6:00 a.m. Calmarla es un poco difícil, pero no entendemos porque pasa eso.

Eran las 7:30 de la mañana, estaba en el hospital, estaba con mi hija.. solo quiero que ella despierte...

-Voy a la cafetería de abajo, ¿Quieres algo?- Me preguntó Marisol.

-Un café.. por favor- Le pedí amablemente.

-Claro.. ahora vuelvo- Dijo Marisol saliendo de la habitación.

Mire a mi hija, tenía los ojos cerrados.. me acerque más a ella, la miraba con tristeza.

-Barbie..- Le hable. -Se.. por lo que estas pasando... Yo.. hice lo posible para encontrar al responsable que te dejo en ese estado, pero.. aún no lo tenemos... ¿Puedes.. perdonarme?... Hicimos lo que pudimos.. buscamos evidencias y.. no hemos podido dar con él- Dije frustrado.Y dí un suspiro. -Pequeña... Yo.. por más que trato de ser fuerte frente a ti.. no puedo... He.. estando pensando.. en.. darte una vida más.. tranquila... Una dónde.. tu juegues con tus amigos.. tener un juego en el patio.. verte sonreír.. es lo que necesito ahora... Verte despierta.. verte sonreír.. ver esa sonrisa que amo mucho.. verte haciendo pucheros.. verte dormir tranquilamente en tu cama.. verte regañando al equipo NA...- Dije con una pequeña sonrisa melancólica. -Te necesito pequeña... No es lo mismo sin ti... También.. quiero que hagas lo que hacemos, quiero.. quiero que luches.. que pelees... Estoy aquí para ti.. y siempre lo estaré.. recuérdalo, si?- Dije acercándome, acariciando su mejilla. -Voy a estar siempre contigo, te quiero mucho- Bese su frente.

Volví a sentarme, di un suspiro y baje completamente mi mirada. Estaba triste y frustrado.. sentía que tenía lágrimas acumuladas en mis ojos, luchando por salir.

-¿Horatio?- Preguntó una voz dulce, sabía quién era.. -amor.. ¿Estás bien?- Me preguntó preocupada, dejando algo en la mesa.

Caminó hacia mí y se sentó a mi lado, no podía mirarla...

-Solo.. quiero que despierte...- Dije triste.

-Yo también, pero Horatio.. se que estás triste.. y... tienes todo el derecho de estarlo- Me dijo acariciando mi espalda.

Ya no aguante más, apreté mis manos y comencé a llorar en silencio... Pero sentí su abrazo cálido, la abrace con un poco de fuerza. Escondí mi rostro en su cuello, me sentía débil.. frustrado.. preocupado.. triste.. roto.. me sentía la peor persona del mundo.

-Esta bien.. puedes desahogarte... Es normal sentirse así.. también tienes corazón. Tu estuviste ahí para mi.. ahora es mi turno- Mencionó.

Estuve así por unos minutos, pero.. ya era hora de ir a trabajar, me despedí tanto de Barbie como de Marisol, llegué al departamento y comenzamos con el trabajo. Por desgracia no hemos encontrado a la persona que dejó a mi hija en ese estado.. el caso sigue abierto y no voy a dormir en paz hasta que ese tipo tenga lo que se merece.