El disparo que silenció todo

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Empezaba a sentirse a salvo.
Desde que la dejó en su casa, aseó toda su casa, quitando el polvo, levantando la fruta del suelo y arrojándola a la bolsa de basura, barrer y trapear.

Había desaparecido alrededor de casi medio año. Por lo que inevitablemente todas sus pertenencias las cubría un velo de polvo.

No había marcado a sus amigas; de hecho, pensaba ir a verlas en cuando terminara, Amy se sentía contenta y todos los malos pensamientos fueron acatados desde que comenzó a limpiar cada rincón de su morada.

(.....)

El azul se dijo que tenía que acabar por todo esto de una vez por todas, por lo que siento lo más deprisa; tendría que ir en busca de Scourge, pese a que le había quitado las esmeraldas y el arma, sabia que andaría por ahí suelto, se sentía irritado al pensar que quizá el tuviera más libertad al no poder ser descubierto, y que mientras tanto el fuera más buscado por la policía que el.

Hasta el momento, no había dejado de lo descubrieran, corría por los callejones angostos, la última vez que lo vio estaba cerca de ahí, y pensó de que alguna manera el seguiría ahí.

Un ruido de una botella de vidrio se escuchó, tras un olor de tabaco desde detrás del siguiente esquina, unos gritos de gente desquiciada, bebiendo se hizo presente. Siguió caminando, no prestó atención.

Frente a estaba una reja abierta de la malla de púas metálicas, se puso de cuclillas, y salió por el agujero, sus rodillas y punta de los zapatos quedaron chapeadas por agua filtrada sucia. No le importó, se sacudió los zapatos cuando salió, poniéndose andando.

Se detuvo. Frente a el, de espaldas; recargado a la esquina de la pared dañada, hacía un erizo verde, chaqueta negra con cintillos sueltos, en su mano izquierda llevaba un cigarro.

Lo pudo reconocer, en ese momento tembló, ni siquiera había pensando en un plan si es que lo encontraba, no lo había pensando. Su coraje era más grande que sus pensamientos.

Dio un paso, sin querer hacer ruido, pisó un charco haciendo que el otro se percatara de el, viéndolo por encima de su hombro.

Se heló

Vayaa. Cuando tiempo, Sonic. Sonrió de lado a lado. Y se volteó para verlo, traía sus gafas negras puestas, las levantó con la mano derecha y tirando la colilla del tabaco restante. ¿Te estuviste escondiendo, no es así?

Eso lo hizo irritar todavía más, el desde antes había tenido una vida relajada. Sin ninguna preocupación, que cuando se topó con el, había echado a perder todo.

¿Me estuve escondiendo? ¿Quién de los dos? Ah, mira hasta donde tengo que venir, para encontrarte. Caminó con seguridad hasta el, soltando el veneno hacia el que había estado ocultando tanto. Esta vez no iba a permitir que se le escapara. Tú arruinaste muchas cosas.

Scourge suelta una carcajada al escuchar decir lo último. Sonic apretó los puños, porque bien sabía aquel que era real.

No me digas. dijo una vez que terminó de reír — Sonic. "El héroe", disque salvando a todos del mal, terminó siendo un tipo sin vida, apagado, y buscado por la policía. guardó un momento, se baja los lentes de la cabeza y se los vuelve a poner, comentando—; Y vaya. Incluso; terminaste siendo un...Violador.

VioladorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora