¿Termino la tortura?

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- Joder ¡Como tarda! - pensaba con desesperación el erizo mientras esperaba "pacientemente" a que la eriza saliera con un exótico traje puesto - Hasta aquí. No resisto ma... - callo al ver como la puerta del baño se abría mientras la pelirosa salía lentamente hacia el -

- Yo quería comer u.u' - dijo en su defensa quedando con la mirada al suelo
- Ohh vamos Ames! - agarró se mentón, levantando con rudeza para que lo mirara a los ojos. No pudo evitar hacer una pervertida mirada, al saber todas las cosas que le podía volver a hacer a la eriza. Teniendo él el poder de todo, sería mucho mejor y fácil.

Empujó a la eriza, sin siquiera dejarla reaccionar o decir algo, directamente hacia la cama, no era tan difícil de adivinar lo que le aria a la eriza, ella sabía exactamente a dónde se dirigiría todo esto, más sin embargo, sabiendo que aunque le dijera de cosas - S~sonic por favor, detente - este no la dejaría. Se hizo el del oído lleno de cerilla y no la escucho. Ya que, sin disfrutar el BabyDoll que traía puesto la eriza, ya que no le duró mucho tiempo, se lo quitó.

Empezó a olfatearla, ese aroma se hacía presente de nuevo. Un aroma peculiar, ni bueno ni malo, solo peculiar. Ya en ropa interior, no le quedó más que disfrutar un rato más el exótico cuerpo de la eriza. Lamiendo su vientre, muy cerca del ombligo. Mientras alzaba las piernas de la eriza poniéndolas en sus hombros. Haciendo aún más fácil al quitarle las bragas. Ya que el desde un inicio no traía ropa puesta, ya que jamás la trae. No duró mucho para hacer que la eriza se corriera, ya que este la torturaba rozando sus sexos sin unirlos. Ya que el sabía, que aunque la eriza no lo admitiera, el sabía que a ella le gustaba.

- Ahh~ - Termino la tortura. Por fin entro en ella, y el al ver la cara de dolor de la eriza, le consta que no lo hizo con cariño. Vaivenes lentos dio, ya que empezaban, mientras acomodaba aún más cerca las piernas de la eriza, apegándola más hacia el, haciendo que las embestidas sean aún más profundas. La eriza no duró mucho en venirse. Pero el erizo no.

Las horas pasaron, y el erizo aún no terminaba, y al ver su rostro, no se veía que acabaría pronto, ya que la eriza no se dio cuenta en el momento en que el erizo ya la tenía en cuatro.

- Ahhh! - dio una de las embestidas más fuertes que le había dado a la eriza - ¡SonicAh~! - se escuchaban los fuertes gemidos de dolor, ya que al ser demasiado estrecho, hacia que sonic se excitara aún más. Ya que no tardó mucho en terminar y salir de una ves por todas de la eriza. La cuál al ya no sentir a Sonic, callo en un estado de sueño profundo, ya que sus cuerpos estaban sudados, solo constaron taparse con una sabana y disfrutar de la oscura noche.

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VioladorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora