OLFATO
Pero no sólo los ojos te han "jugado bromas", la nariz, bien que se puso a travesear contigo, fue en el cine. Esa vez te acompañó Georgina, ya llevaban varios años de casados y el hecho de tener una hija adolescente, a la que ambos se habían dedicado en cuerpo y alma a atender la más mínima de sus necesidades, de alguna forma había modificado su relación como pareja. Aunque no puedes negar que te habías fijado en muchas otras chicas, por diferentes sitios, e incluso desearlas sexualmente en tu mente, lo cierto es que tú ética estaba por encima de cualquier otro deseo y no te atreviste a ir más allá de la bonita amistad, puesto que tu hogar estaba por encima de todo y tanto Georgina, como Dinorita eran las únicas mujeres que habitaban dentro de tu corazón. Mas volviendo a lo de tu relación con Georgina, cierto es que la rutina había distorsionado por completo su hogar no peleaban, mas, tampoco se hacían caricias, ni se decían cosas bonitas como antaño; prácticamente lo único que los unía era el compromiso y la responsabilidad de respetar el matrimonio. Sin embargo, Dinorita no era nada tonta y bien que se daba cuenta de que algo estaba sucediendo entre ustedes, sin embargo, tampoco nada decía, posiblemente buscaba la forma de hacer que renaciera el amor entre ustedes. Y lo encontró, esa noche, antes de que ambos regresaran de su respectivo trabajo, se confabuló con su nueva "cómplice", su abuela (recién había fallecido tu padre y cuando fuiste a Medellín para estar en los funerales, pero, cuando terminaron, pasaste por tu madre, pues no quisiste que se quedará sola en su casa; le propusiste que pasara unos meses con ustedes, en lo que decidía donde establecer su nuevo hogar), y para la hora que llegaron ya les tenían la cena preparada. Pero no sólo eso, una vez terminada la cena y antes de que te retiraras al estudio para ponerte a manipular tu computadora como todas las noches, Dinorita les pidió prestados sus celulares, pero ya no se los regresó, y en su lugar te entregó dos boletos de cine, y los comenzó a apurar si es que quisieran llegar a tiempo para ver la película. Aunque tanto Georgina como tú algo intuyeron, prefirieron seguir el juego, y, agarrando sus respectivos abrigos, salieron juntos, como ciertamente hacía mucho que no lo hacían. Al llegar al cine, pasaron a la dulcería para comprar unas palomitas y unas gaseosas únicamente, pues aunque medio se te antojaron, optaste por no comprar perros calientes, pues ya habían cenado. A media función empezaste a sentir los efectos de la gaseosa, ya que tu vejiga, al parecer, se encontraba llenay te urgía a que la liberaras de su carga, por lo que, en la parte más emocionante de la película abandonañste la sala y te dirigiste rápidamente al baño, donde, para alivio de tus riñones y vías urinarias pudiste "desalojar las aguas sobrantes", era uno de esos baños modernos en el que todo estaba automatizado, por lo que no se te hizo raro que, cuando aún no terminabas de vaciar tu vejiga, comenzara a funcionar el desagüe del mingitorio, lo que te extrañó fue que a la vez funcionara uno de los inodoros, pero como no viste a nadie al entrar, mientras éste segundo mueble estaba en su proceso de desagüe, se te vino a la mente una idea loca: "seguramente se trata de algún fantasma con diarrea", por lo que te reíste internamente; sin embargo, en ese momento percibiste un olor sumamente fétido, y tu inmediato pensamiento fue que tal vez no te habías fijado bien del todo y en realidad no eras el único usuario del baño presente; no obstante, al volver la cara hacia las puertas de los inodoros, viste que estaban todas abiertas, supusiste entonces que tal vez alguno había tenido un mal funcionamiento o incluso estuviese tapado y, por lo tanto, hubiera presencia de excremento, mas, luego de una rápida e individual revisión a todos los compartimentos, comprobaste que estaban perfectamente limpios, ninguno presentaba el más mínimo residuo, así que, de manera mecánica, revisaste la hora en tu reloj y descubriste que apenas habían transcurrido escasos dos minutos después de las cero horas, hora en la cual, según las creencias, hacen su aparición los fantasmas, debido a eso, una vez que terminaste de lavar tus manos, abandonaste rápidamente ese baño, sin ni siquiera colocarlas bajo el secador de aire, así todas mojadas, regresaste, prácticamente corriendo, En la sala de exhibición y al ocupar de nueva cuenta tu asiento, junto a Georgina, le tomaste su mano y a los pocos segundos optaste por abrazarla, te urgía sentir el apoyo y la compañía de alguien, y ¿quién mejor que tu esposa?, mas ella, lo más probable es que haya pensado otra cosa, el caso es que en cuanto sintió tu brazo sobre sus hombro, volvió su rostro hacia el tuyo y sin más, comenzó a besar tus labios profusamente, tú respondiste de igual manera, primeramente porque ese beso te hizo no sólo sentir seguridad, sino que dejó atrás tu reciente mala experiencia, pero a la vez te hizo renacer todo el amor y la pasión que la rutina les estaba robando. Sobra decir que ni ella, ni tú supieron en que terminaba la película, se pasaron el resto de la función demostrándose su amor.