La siguiente fase

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David se encontraba en la planta de arriba, no lo negó, él se mareó un poco al subir esas escaleras de caracol tan estrechas, y él mismo afirmó que parecían infinitas.

De mientras en la parte de abajo al resto se les estaba complicando. La persona que salió del coche le acompañaba un hacha y siendo sinceros no tenía cara de buenos amigos. Los chicos ya asustados empezaron a correr como locos hacia la puerta de la cocina, la cual estaba cerrada, la persona de fuera aparentemente un hombre de traje negro y corbata corría detrás de ellos, con unos aires de maniático, era un señor de una edad aproximada a los treinta o cuarenta. Era musculoso y de piel morena.

Los tres jóvenes corrieron desesperados hacia la puerta más cercana, Marcos y Clara estaban más adelante intentando abrir camino, Julia se quedó más detrás, ya que le costaba más correr. Mientras tanto aquel hombre misterioso que estaba allá atrás persiguiéndolos, sin embargo los tres jugaban con una gran ventaja, aquel hombre iba armado eso le quitaba movilidad.

Ellos corrían hacia cualquier dirección, hasta que Clara freno de golpe:

-¿Qué haces? -Dice Julia preocupada.

-¿Pues no os dais cuenta?-Estamos en un laberinto y como no salgamos de aquí moriremos de alguna forma.

-Oye qué tal si corremos y ya está!-Dice Marcos bastante nervioso-Este tipo se está acercando más y más y nos terminara pillando.

Julia miró hacia atrás y vio cómo se iba acercando, estaba en estado de shock. Cuando pudo reaccionar giró la cabeza y vio que Clara y Marcos ya se habían ido. Los chicos corrían desesperados mientras que los pasillos parecían infinitos, cada vez que intentaban entrar en algún lugar estaba cerrado o no tenía salida. Mientras que Julia tampoco las estaba pasando fáciles.

-Chicos, ¡No vayan tan rápido o no podré seguirlos! -gritaba Julia sin parar bastante desesperada.

Parecía que no la escuchaban, pero aquel hombre estaba muy cerca de ella. Se gira y corren para la salida, la cual no se veía, llevaban 5 minutos corriendo y no encontraban nada. Marcos y Clara dejaron de correr al no ver que les perseguían, entonces empezaron a sentir que les faltaba algo.

¡Mierda, Julia! - grita Marcos con desesperación al ver que no estaba.

-Y si ya ha encontrado la salida?-Dice Clara con optimismo.

-Espero que lo haya hecho, porque como le haya pasado algo no se cómo podría seguir sin ella-Dice él preocupado.

Los dos muchachos se las arreglaron para salir de ese laberinto siguiendo unas pequeñas huellas en el suelo del señor que les perseguía. No era muy seguro, pero no tenían otra opción, esperaban encontrar a julia junto con él, o como decía Clara esperara que estuviera con David. 

Marcos creía haber visto alguna que otra vez a Julia por el laberinto, tuvieron que parar muchas veces por ello. Hasta que encontraron una puerta la cual tenía pinta de ser una salida. Una vez los jóvenes estaban fuera empezaron a buscar, no estaba por ningún lado, y ya no habían huellas en el suelo para poder perseguirlo.

Ya llevaban casi un día buscándola, no podían hacer ruido, ya que no sabían si vendría el señor, llegaron a pensar que Julia seguía buscándolos en el laberinto, pero Clara no dejó que Marcos fuera a buscarla allí dentro.

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