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💌『ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 25』

TaeHyung había salido temprano de la clase de Biología, ya que el profesor se fue por un asunto "importante", en realidad ese maestro era incluso mas flojo que el y ponía cada excusa para irse.

En fin.

Debía tener sus clases de Ajedrez, así que fue en busco del salón de JungKook quien sería su maestro de práctica, tal vez un día logre ser como el al jugar.

Se paro enfrente del salón del menor, viendo como alumnos adentro de este lo miraban en forma de admiración, pero el no quería la atención de ellos, si no de aquella cabellera castaña con ojitos grandes mirando atento aquel pizarron, se veía realmente lindo cuando estaba concentrado.

¿Qué acabo de pensar?

Aparto su vista de la ventana cristalizada, y se tomo el tiempo de ver sus pies mientras esperaba la campana de salida quien no tardo en sonar.

Se apartó de la puerta de madera para que los alumnos salieran, muchos lo miraban y saludaban teniendo esperanza de que fuera a buscar a uno de ellos, pero TaeHyung solo tenía la vista en el chico con anteojos que acababa de salir con sus libros pegados al pecho.

—Jeon... —lo llamo de manera suave y este se sobresalto un poco al verlo

—¿Q-qué haces aquí? —cuestionó alarmado al ver como todos los alumnos del salón los miraban.

Pues Kim TaeHyung, el famoso Kim TaeHyung había ido hasta ahí solo por el... Por Jeon JungKook, el chico que pasaba desapercibido por todos.

—Amm... —el más alto fingió pensar— si no lo recuerdas, vas a enseñarme a jugar..
—habló obvio

El pequeño JungKook cerro sus ojos un poco al recordar aquello.

—Pero pudiste esperarme en los salones de donde jugamos... —dijo mientras se acercaba un poco al mayor

—Ouh, cierto... —TaeHyung dijo como si hubiese cometido un error— aún así quería venir, tenía que no venía a la planta baja... —dijo mientras miraba a todos lados viendo los salones y casilleros

JungKook negó de manera nerviosa al ser uno de los centros de atención, y en todas esas personas se incluía...

—Hola JungKookie... ¿No vas a presentarme a tu amigo? —ella, si, se incluía Lalisa Madoban, una de las chicas populares y lindas de su salón

TaeHyung la miro extrañada, tal vez era una amiga de Jeon.

—¡Hola! —saludo animado— mi nombre es-

—TaeHyung tiene muchas cosas que hacer, aparte tu no eres mi amiga... —comentó de forma poco amigable

Tomo con algo de fuerza la muñeca del rubio, halando para alejarlo de aquella chica quita novio-no-novio.

—Vaya... —habló TaeHyung en el camino— se veía amigable.

—Pues no, no lo es. —dijo con un puchero que el mayor no vio ya que JungKook estaba de espaldas

—Espera... ¿A dónde vamos? —cuestionó

—A los salones de ajedrez. —contesto simple

—Antes, ¿podemos ir a mi casillero? —preguntó, viendo como Jeon paraba su caminar y el también paraba en seco

—¿Para qué? —cuestionó curioso, mirándole

—Amm, bueno, quiero ver algo... —dijo simple

JungKook lo analizó un poco, batiendo sus pestañas.

—Vamos... —dijo, soltando la muñeca del contrario

Ambos emprendieron rumbo al casillero del mayor, en un silencio no incómodo, si no relajante.

—Es aquí... —aclaró, JungKook asintió esperándolo

Veía la ansiedad de TaeHyung por esperar lo que había dentro de aquella caja metálica, no sabia por que estaba tan emocionado...

Solo había dejado la carta y ya, no creía que eso lo emo-

—¡Si! —TaeHyung grito, sobresaltando al más bajo, aclaro su garganta un poco escondiendo el sobre detrás suyo— Lo siento... Es que... Nada, nada, no lo entenderías.

JungKook sonrió un poco por la reacción del mas alto, en verdad el causaba esa gran sonrisa y emoción en aquel chico.

Y TaeHyung, Era obvio que JungKook lo entendía.

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O9. O5. 21