Dragon Heart- Sacrificio humano (Adaptación)

Capítulo 4

Luhan absoluta y positivamente, odiaba esto.

Estaba contento de estar vivo. Vivo y no cortado en varios trozos, sin un brazo o una pierna y luego obligado a trabajar barriendo estos pasillos. Podría haber sido eso.

Él no estaba siendo comido vivo, y él no estaba siendo abusado o cualquier cosa, pero aún jodidamente odiaba aquí. Odiaba no saber dónde estaba Kyungsoo. Odiaba que hubieran empujado un trapeador en sus manos y luego esperaran que limpiara la casa como si eso fuera completamente normal.

Odiaba no saber qué le estaba sucediendo a su hermana. Ella tenía que pensar que estaban muertos, pero aquí nadie parecía preocuparse cuando les dijo que había dejado atrás a su hermana, que tenía que buscarla.

La respuesta era siempre la misma. Salir era una sentencia de muerte. Los dragones le habían salvado de la turba del pueblo. Ya sea que lo tomara o lo dejara. A muchos de los dragones les encantaría matarlo. Nadie confiaba en los seres humanos.

—Estúpidos idiotas. Tienen que aprender a fregar sus propios malditos pisos—murmuró Luhan, golpeado la parte húmeda y pegajosa del trapeador en el suelo. Se veía más y  más como si estuviera embarrando por todos lados manchas de barro en lugar de limpiar algo, pero ¡él era un leñador por el amor de Dios! ¡Él se dedicaba a cortar y vender madera para leña y piedras para la construcción! No sabía cómo limpiar. Eso era todo de Taeyeon...

—Estúpidos dragones. Estúpidos idiotas con sus reglas estúpidas y sus estúpidos... ¡gah!

Luhan gritó y se sacudió, agitando los brazos como para protegerse de un ataque, estúpidamente, probablemente un poco dramático, cuando se topó con un duro pecho. Esa no fue la cosa espantosa. Lo realmente alarmante fue que el pecho pertenecía al más grande, más malo chico que Luhan hubiera visto nunca antes.

Cuando se dio cuenta de que ya había visto a este chico con el ceño fruncido una o dos veces cuando estaba siendo iniciado con los demás, se relajó.

—¿Haces esos movimientos de baile cada vez que entras en una pelea?

Mierda. Luhan estúpidamente esperaba que el chico no se hubiera dado cuenta de eso.

—¿Qué quieres?—preguntó. Su garganta se movió en un trago duro cuando se puso de pie delante del dragón, quien levantó una ceja de color rojo sangre. El cabello del hombre era un tono de rojo que Luhan sólo había visto en las amapolas, pero a diferencia de esa flor en busca de amistad, no había nada remotamente atractivo de este hombre. No con la forma en que miraba hacia abajo a Luhan.

De hecho, él seguía mirando y mirando.

—¿Entonces? —preguntó Luhan, tragando saliva de nuevo. Apretó el mango del trapeador en la mano, como si fuera a utilizarlo para atacar o defenderse—. ¿Cuál es tu problema?

El hombre dio un paso más, justo lo suficientemente cerca para que la punta de sus botas rozaran las sandalias de Luhan. Luhan se negó a dar un paso atrás, pero eso lo hizo percatarse de lo pequeño que era en comparación de este cambiaformas dragón cuando tuvo que mirar hacia arriba para ver su rostro.

Encantador.

—¿Quieres hablarme en ese tono de nuevo?

Di que sí. Dile a este idiota que te deje. Dile que se vaya a alguna parte y muera.

Luhan negó con la cabeza.

—No.

Se negó a llamar al hombre señor.

El cambiaformas dragón gruñó, y para el shock de Luhan, no lo empujó. Él rodeó a Luhan y comenzó a alejarse.

Luhan no podía mantener su boca cerrada. No podía permitir que un hombre que ni siquiera conocía le tratara así.