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Desperté, como cualquier otra mañana

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Desperté, como cualquier otra mañana. Solo que aun con más ganas de morir que ayer, aunque a veces creo que es imposible tener más ganas de morir. Me di una ducha rápida, me vestí y baje para tomar mi desayuno.

Mi nombre es Shim Jaeyoon, pero la gente suele llamarme Jake. Tengo 19 años, y, como todos, vivo una vida miserable.

— Buenos días, hijo — saludó mi madre.

— ¿Qué tiene de buenos? — le respondí, ganándome una mala mirada de parte de ella.

Vivo con mis padres, en contra de mi voluntad.

Con mucho cuidado de no tocar ni a mi madre, ni a la mucama, tome un tazón, cereal y leche, para desayunar, termine de desayunar. Después de eso tome mis guantes y cubre-bocas para salir a la calle.

Tango una condición un tanto peculiar. Soy alérgico a la piel humana. Todos tienen el la piel una toxina a la cual soy terriblemente alérgico, y la cual no tengo, que me hace ser muchísimo más vulnerable a las enfermedades.

Cuando nací, el primer contacto que tuve con la piel humana no fue ni con el doctor ni las enfermeras. Fue con mi madre. Después de que me bañaran y pusieran ropa para cubrirme, me llevaron con ella y me dejaron en sus brazos. Segundos después de ella me tocara comencé a llorar. Manchas rojas habían salido en todo mi cuerpo, y mi rostro era completamente morado.

Por eso mismo no tengo muchos amigos. Ni mis parientes me hablan. Y mi padre me ignora.

Camine al trabajo, Soy el que maneja el teatro de mi padre, el más prestigioso de todo Corea.

Soy hijo de una ex-cantante de ópera, y el dueño del más prestigioso de Corea.

Llego, todos me saludan, llego a mi oficina después y me pongo a hacer papeleo. Esa es mi vida.

Termino con el trabajo, y regreso a casa. Ceno con mis padres y me escondo en mi habitación hasta el día siguiente. Para repetir lo mismo, una vez más.

No es una vida de la cual debería quejarme. Pero tampoco deseo que la rutina siga por siempre. Quiero algo que, por lo menos unos minutos, me hagan tener ganas de respirar. Que triste que eso sea imposible.

Al día siguiente sucede exactamente lo mismo. Exceptuando el hecho de que ahora soy juez de un casting para una obra nueva.

Todos actúan muy bien, pero todos son muy mentirosos. Para decidir quien se queda con el papel principal masculino de la obra hacerle la misma pregunta a todos los concursantes. "¿Por qué actúas?"

Todos respondieron con un: "Por que es mi sueño desde que tengo memoria." "Por que es algo que amo." etc. Todo eso son mentiras. Solo quieren fama y dinero, eso se les puede ver en el rostro.

— ¿Por qué actúas? — pregunte por milésima vez, ya cansado de escuchar la misma respuesta.

— Por que no puedo sentir nada. Y al actuar, puedo fingir que lo hago —respondió el chico de cálidos ojos, y cabello negro — Mi nombre es Sunghoon, y le puedo prometer que soy el adecuado para el papel. Tal vez no pueda sentir algo verdadero, pero soy genial fingiendo.

☄ Excepto Tú ¦¦ Jakehoon [Adaptación] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora