El frío invierno había llegado a Seúl, como cada año, las calles de la ciudad se habían tornado de aquel color blanco, hermoso, pero al mismo tiempo triste, melancólico; el color blanco puede significar tantas cosas. Kim Jennie se encontraba sentada en la banqueta frente a el enorme piano de cola, precisamente de color blanco, que adornaba la sala de su departamento; era un lugar espacioso, demasiado para una chica solitaria como ella, no tenía muchos amigos, a decir verdad, solo una. Jennie era de ese tipo de chicas que consideraba que una buena amiga en quién poder confiar es mejor que miles de conocidos, he aquí la razón de su inactiva vida social; universidad, estudios, música; en eso se basaba su rutina diaria.
Los dedos de la chica se movían con agilidad y destreza sobre las teclas del instrumento, parecían danzar en ellas creando una hermosa melodía, agradable a los oídos de quién la escuchara, y la chica no podía estar más orgullosa por ello, era una gran pianista, no había duda de ello, aunque en su opinión siempre podía mejorar más. Los ojos de la castaña alternaban con rapidez entre ambas manos mientras estas hacia lo suyo, las comisuras de sus labios estaban alzadas formando una pequeña sonrisa como siempre que tocaba el piano; su pasión por aquel instrumento era difícil de explicar con simples palabras; su cabello castaño caía en ondas por su espalda, increíblemente ningún mechones rebelde se había interpuesto esta vez en su campo de visión a pesar del leve, pero continúo movimiento de su cabeza.
El último acorde fue ejecutado y finalmente sus finas manos se separaron por completo del piano, la sonrisa en su rostro ahora era mucho más amplia, había logrado tocar la obra perfectamente, sin embargo, los belfos de la castaña no tardaron en retomar su postura habitual, dejando una expresión algo seria en su rostro, estaba sola en aquel enorme lugar, sin nadie con quién compartir su felicidad, a excepción de su gato, quién ahora mismo la miraba atentamente esperando algún mimo o caricia por su parte, como siempre.
— La soledad a veces es agotadora — Comentó habiendo fijado su mirada en aquel animalito de pelaje blanco, su mano no tardó en viajar hasta la cabecita del minino proporcionando una suave caricia en el acto — Ya sé que fuí yo quien eligió vivir así, pero la vida con mis padres era asfixiante.
Continuó con su monólogo sabiendo que su gato no entendería lo que decía, pero a ese punto había llegado, la soledad la consumía y parecía querer negarse a hacer al respecto, o tal vez le era difícil aceptarlo, pero esta era su realidad, se encontraba sola en aquel enorme departamento, digno de una princesa, acompañada únicamente por una bola de pelos de cuatro patas y un apetito insuperable.
Un leve suspiro escapó de entre los labios de la chica, de levantó finalmente de aquella banqueta preguntándose qué debía hacer el día siguiente, era fin de semana, pero no uno cualquiera, había un pequeño detalle que no parecía importarle mucho a estas alturas pero que de cualquier forma no lograría olvidar, y eso era su cumpleaños número veintiuno, el cual sería en exactamente dos días. Al igual que las veces anteriores planeaba pasarlo con su amiga Lisa, esa chica siempre lograba animarla a pesar de las circunstancias, la tradicional llamada de sus padres no podía faltar, esto debido a que ambos vivían en otro país, cuyo nombre ahora mismo no recuerdo, debido a ello debían verse siempre a través de la pequeña pantalla de su celular.
Dejándose caer en uno de los tantos sillones del lugar fijó su mirada en su laptop, ahora mismo era lo único que parecía interesante en aquel lugar, dudó unos segundos pero finalmente tomó el aparato colocándolo sobre sus piernas, buscando cualquier tontería que se le ocurrió con tal de pasar el tiempo. Pasaron varios minutos y la castaña había encontrado algo de su interés, se encontraba leyendo un artículo que había logrado captar su atención cuando uno de los típicos anuncios apareció en la pantalla de su laptop.
— Magic Love...— Leyó en un susurro frunciendo sus labios ante aquello, le pareció irrelevante, así que de inmediato se dispuso a ignorarlo con tal de volver a lo que hacía, sin embargo aquel anuncio volvió a aparecer y continuó haciéndolo, no importa cuántas veces intentara cerrar aquel cartel emergente en su pantalla, este volvía a aparecer instantes después. Un poco molesta ya con aquella situación decidió finalmente entrar al sitio que mostraba, no sabía muy bien de qué se trataba aquello. Su ceño se arrugó mostrando algo de confusión, parecía ser una especie de juego, la pantalla mostraba una ruleta enorme, brillante y rosa, con un botón con forma de corazón justo en medio — ¿Que es esto?
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Magic Love? [Jeon Jungkook & Kim Jennie]
FanfictionJennie es una chica solitaria, aunque segura de sí misma, apasionada por la música y madura a pesar de su corta edad. ¿Jungkook? Jungkook llega a su vida por error, o más bien, por arte de magia.... •Historia corta •100% mía • No adaptaciones •Hist...