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¿crees que él me mire? ¿soy invisible? pregunto a su mente.
él solo está jugando contigo, le contestó.
jung yunho solía hablar con su mente todos los días por momentos, aunque no era mucho de su agrado. su sub-conciente solía decirle la verdad, sus ilusiones duraban poco porque él mismo decía su verdad, tal vez para no lastimarse.
yunho estaba decidido, hablaría con él.
pero está vez no habría fiesta, no habría música o bailes, no habrían amigos.
buscaría toda su valentía para hablarle. jongho ya sabía de su existencia al menos, esa noche fue espectacular aunque uno de sus amigos al final se lo llevara a bailar, pero al menos tuvieron un momento.
su sonrisa, sus ojos, su voz, la forma que se movía, todo jongho. lograron enamorarlo nuevamente
yunho lo vio ahí en el pasillo hablando con sus amigos de siempre y parecía algo entretenido por el brillo en sus ojo, o bueno, yunho siempre los veía con millones de estrellas en sus orbes. palmeó con fuerza sus mejillas hasta dejarlas rojas para darle el coreje de ir hasta choi sin titubear. respiró profundo y camino directo hacia el haciendo contacto con el pelirrojo.
jongho lo miró asombrado con la boca semi abierta más sin embargo le sonrió como siempre.
yunho estaba por deterretirse.
— ¿te puedo ayudar? — dejo de hablar con sus amigos para mirarlo por completo.
— ho-hola jongho... — su cara comenzaba a arder — ¿me recuerdas? soy el chico con quien baileste el viernes, te veías increíble y bailabas muy lindo... mejor me callo.
jongho rió apoyando una mano en el pecho de el pelo azul, inclinándose de la risa.
recuerpero el aire — muchas gracias.
— de na-nada, es la verdad.
choi sonrió — veamos... eres... — arrugó ligeramente la nariz y entre cerro los ojos. de pronto chasqueó los dedos — ¡johnny!
varios segundos fueron los que jongho miraba al suelo tratando de recordar su nombre y durante todos esos segundos yunho se hacía pequeño, pequeño y pequeño de lo vergonzoso que se sentía.
— lo lamento no recuerdo tu nombre — sonrió apenada revolviendo sus cabellos rojizos.
— ¡jongho!
fue llamado a lo lejos, sonrió hacia esa dirección. — hasta luego.
y así se fue. yunho en cambio, se quedó ahí varios minutos mirando hacia la donde estaba antes el amor de su vida, olvidandolo, olvidando su existencia. jung se arrodilló derrotado, sigue ignorandome, le dijo a su mente.
que esperabas, bailó también con sus amigos. le respondió.
— tal vez se acabó — susurró.
yunho sólo estaba perdido y enamorado.
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