Algo de mis adentros me seguía afirmando que lo que vi no lo imagine, que no estoy loca, ni fue un efecto de la dosis.
Fue algo real.
Después de lo sucedido pasó una semana y mi mente todavía seguía procesando lo sucedido aquella tarde.
Pero ese día me desperté para hacer mi rutina como normalmente.
Al bajar al comedor ya cambiada vi a mi mejor amiga y fui hacia donde se encontraba.
-Buenos días Sam, ¿Cómo amaneciste? - Pregunte.
-Bien Kath, igual que siempre - me respondió.
-¿Dormiste bien?
-Claro Kath, ¿Con esos pájaros escandalosos?, se duerme genial. - Note el sarcasmo en sus palabras.
Seguimos platicando un poco más, hasta que papá Ben llegó con nuestros desayunos.
-Buenos días niñas como amanecieron? - Preguntó papá Ben dejando nuestros platos de fruta en nuestra mesa mostrando una gran sonrisa.
-Bien - Respondimos Sam y yo al mismo tiempo.
-Me alegro, no se les olvide tomar sus vitaminas - Respondió para luego girarse sobre sus pies y marcharse de nuevo a la cocina.
Después de desayunar Sam y yo fuimos a nuestros cuartos para tomarnos las vitaminas y como siempre estaban en el pequeño escritorio junto con un vaso de agua.
Tome mis pastillas con un sorbo de agua y me maree un poco ya que aún no me había acostumbrado totalmente a la dosis, cada que las tomaba me mareaba un poco o incluso empezaba a tener demasiado cansancio.
Inmediatamente de terminar de desayunar Sam y yo salimos con nuestro pequeño Kasam, como cada día salimos a tomar el aire y platicar de todo y de todos.
Pero al voltear al lugar donde lo vi, se me vino su hermosa cara a mi mente y recordé aquel momento.
El era mi chico de ensueños, tenia un cabello ligeramente ondulado color negro azabache, unos ojos verdes azulados y sus ojeras ligeramente marcadas lo complementaban, su piel era palida pero brillaba como si fuera un diamante, sus labios rojizos y gruesos, su cuerpo era delgado pero a la vez fuerte, de su estatura no estaba segura pero puedo jurar que media mas de 1.89 tal vez 1.90 pero instintivamente brinque del susto, ya que alguien me saco de mis pensamientos.
-Kath, ¿Me estás escuchando? - Dijo Sam pasando una mano enfrente de mi cara.
-Perdón que decías - Respondí unos segundos después de salir del trance en el que me encontraba.
-Kath estas un poco pensativa, ¿Sabes que me puedes contar todo verdad? - Dijo mostrando interés de lo que pueda contestar.
-Claro que lo se, pero solo no me creerías - Dije bajando la mirada.
-Dime lo que sea - Tomo mi barbilla, obligándome a mirarla a los ojos.
-Ese día, ese maldito día, yo sé lo que vi Sam, vi al ser más perfecto del mundo viéndome a mi solo a mí - Respondí con un tono de desesperación.
-Kath cálmate, si de verdad viste a alguien, ¿Dónde está ahora?, ¿Por qué no ha vuelto? - Cuestionó, tratando de calmarme.
-No lo se Sam, pero yo se que volverá, yo se que es real - Respondí, dejando un silencio un poco incómodo.
-Kath, yo te ayudaré a encontrarlo, tenlo por seguro - Pronunció esas últimas palabras para después tomarme en un abrazo mostrando que realmente me ayudaría a encontrarlo.
-Gracias Sam.
Después de nuestra larga charla, nos despedimos para volvernos a nuestras habitaciones.
Pero yo claramente decidí quedarme solo un momento más para esperar, esperarlo a el parado justo ahí nuevamente, poderle preguntar su nombre, preguntarle porque se fue tan rápido, porque estaba justo ahí.
Pero admito que me entró un poco de sueño, pero no tengo noción de en qué momento me quede dormida en la banca que está frente a Kasam.
Me incorporé un poco, para después tratar de estirarme.
Estaba a punto de hacerlo hasta que lo vi.
Lo vi a él, al chico que se adueño de mis pensamientos desde que lo vi, de el chico que me parece de ensueño.
Él estaba justo al lado de mi, sentado mirándome.
Pero después de admirarlo por completo realmente creí que es irreal, se ve tan bien con su pelo revuelto y con sus ojos fijados sobre mi.
En ese momento recupere por completo mi conciencia y reaccione.
El estaba ahí, ese era mi momento de saber de él de hablarle y decirle que es lo más perfecto que e visto-
Pero el solo se paró de golpe y se retiró haciéndome una seña en símbolo de despedida.
Yo inmediatamente me pare y lo tome del brazo con sutileza.
El solo volteo y yo volví a perderme en su mirada.
-Kathe ¿Puedes soltarme? - Dijo tranquilo y su voz me pareció fascinante ya que era ligera pero con un leve tono gruesa.
-¿Qué? ¿Qué? Perdóname - Dije avergonzada soltando su brazo al instante.
-Espera ¿Tu sabes mi nombre? - Me encontraba un tanto sorprendida, tratando de asimilar la situación de controlar mis gritos interiores.
____________Desaparecidas pero no muertas, después de dos semanas el segundo capítulo ya está aquí.
Cualquier duda o sugerencia es aceptada en nuestra redes sociales.
Es todo por este viernes, los amodoramos.
¡Gracias por leer!
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La falsa identidad de Adam
Teen FictionKatherine es una chica común que vive una vida normal para nada especial, aunque un día conocerá al gran Adam y todo su entorno dará un giro de 360° gracias a un chico de ensueño. Hablemos de Adam. Adam es un chico sacado de otra realidad, es el s...