PRÓLOGO

2.7K 488 247
                                    

Ahí estaba Seokjin, moviendo sus pies al ritmo de la música y bebiendo lentamente la cerveza que sujetaba con fuerza. La mesa era rectangular y pegada a la pared del establecimiento, por lo que podía recostarse sobre ella y al mismo tiempo tener una perfecta vista de la terrible situación amorosa frente a él.

Y no podía soportar ver a Namjoon perdido en medio de la pista, observando a Woo bailar con un desconocido.

—Me voy.—Avisó a Jimin y su mejor amigo se levantó también, dejando unas monedas sobre la mesa como pago.

—¿Qué sucede?—Preguntó, confundido por su repentina despedida y su aparente deseo de abandonar el lugar.

—Nada.—Mintió con una sonrisa y le hizo un gesto a Namjoon para que se acercara, por supuesto, él no lo vió porque estaba demasiado ocupado apartando a un desconocido del espacio personal de Woo.

Apretó los labios y se encogió de hombros, fingiendo que no le importaba. Se colocó su chaqueta universitaria color rojo y ambos salieron del bar sin avisarle a Namjoon.

Jimin no dijo nada, permaneció en silencio mientras lo seguía hasta llegar al parqueadero. Seokjin se apoyó en su moto, destapó una cajetilla de cigarrillos y llevó uno a sus labios, necesitando desesperado que sus caricias nubladas lo calmaran.

Jimin se recostó en su moto y cruzó los pies en silencio. Mierda, cuándo él permanecía mudo significaba que algo rondaba por su mente o que estaba analizando a sus amigos como bacterias bajo un microscopio.

—¿Qué?— Gruñó con el humo escapando de su boca. —¿Tienes algo que decirme?

—Te gusta Namjoon. ¿No es así?

Fueron pequeños segundos de silencio los que obtuvo Jimin como respuesta. Seokjin no podía salir de su estupefacción y para desmentir sus palabras, hizo una mueca y negó.

—¿Qué demonios te pasa Jimin?
—Resopló y con dedos temblorosos sostuvo su cigarrillo, inhalando con urgencia y tosiendo un poco en consecuencia.

—Así que además de homosexual, mentiroso. —Jimin se apartó de su moto y sin dudarlo se ubicó frente a él. Su expresión fría lo mantuvo congelado cuándo preguntó de nuevo. —¿Te gusta Namjoon si o no?

Sus palabras lo hicieron temblar, podía percibir su tensión al mencionar la homosexualidad y en aquellos orbes oscuros notó que él ya lo sabía. Que quizás lo había estado observando durante mucho tiempo, además conocía a Jimin desde su niñez y él no hacía preguntas si no tenía un argumento sólido.

Quería decirle que no, incluso pensó en golpearlo pero aquello solo le daría más problemas y tuvo miedo, mucho. Pero en el fondo, él sabía que Jimin era su mejor amigo y que más allá de las perspectivas que tenían, eran mejores amigos y podían confiar él uno en él otro.

O quizás fué el enorme peso que tenía y que soportaba solo, sin alguien que lo apoyará, sin alguien que entendiera por lo que estaba pasando. Al final, inhaló profundamente el cigarrillo y apartó la mirada, exhalando en un suspiro pesado para después humedecer sus labios y asentir. 

Jimin suspiró, aunque pareció más una exhalación temblorosa que mantuvo unos segundos mientras observaba el suelo.

Seokjin sabía que una orientación sexual diferente a la usual, era mal vista por los suyos, por los motociclistas de su banda que aveces se metían en algunos líos. Bien, en muchos, después de todo eran criminales.

Con sus propios ojos había sido testigo de los golpes que recibió un antiguo miembro de su grupo, dejandolo irreconocible y repudiado por declarar abiertamente su gusto por los hombres. Fué por ello que sus manos temblaban cada vez que sentía que sus sentimientos eran evidentes, demasiado, que incluso Namjoon podría darse cuenta y odiarlo.

Más de una vez había intentado fijarse en una mujer pero no lo logró, le gustaban los hombres y  no podía cambiarlo.

—¿Sabes lo que te harán si se enteran?.

—Lo sé.—El cigarrillo temblaba entre sus dedos al igual que su pulso. —Pero no pretendo confesarlo. Namjoon jamás debe saberlo, ni él ni nadie.

Ambos permanecieron en silencio, Jimin se apoyó contra su moto de nuevo, uno al lado del otro.

—Pero aún así quieres que te miré, ¿No es así?—Jimin sonrió de lado. —No puedes evitarlo.

Seokjin exhaló pesadamente y justo en ese momento, Namjoon salió del bar completamente furioso. Se acercó con las manos apretadas y cuándo empezó a propinarle patadas a un bote de basura, Seokjin se acercó y lo abrazó.

Namjoon se detuvo unos segundos pero correspondió el abrazo y apretó entre sus dedos la tela de su chaqueta.

—Inhala y exhala. —Pidió, intentando que se calmara, como siempre hacia cuándo él se peleaba con Woo.

—Tonterías. —Namjoon deshizo el abrazo, sacó un cigarrillo de la cajita de Seokjin, lo colocó en sus labios  y jalandolo del cuello para acercarlo, unió el extremo de su cigarrillo con el suyo, encendiendolo.

El corazón de Seokjin latio con velocidad y Namjoon lo observó fijamente sin apartar un instante su mirada profunda y brusca. Había cierta burla y diversión oculta en su expresión, algo que Seokjin había notado desde hace unas pocas semanas.

Maldita sea. Solo quería que lo mirará como a esa mocosa de lindas piernas. Pero al mismo tiempo, era imposible y le daba miedo pensarlo.

Después de todo, ambos estaban en aquella banda prácticamente desde que eran adolescentes y una vez que entraban, era imposible salir.

Estar en la banda de moteros Shadow, aveces era más un castigo que una bendición. Los marcaban como ganado, siendo el símbolo de la unión dos rosas entrelazadas. Seokjin la tenía tatuada en su cuello y Namjoon en su antebrazo derecho, una marca que no los abandonaría jamás.

Pero aún así, no podía controlar sus acelerados latidos y solo podía pensar, maldita sea...

Mírame Namjoon, aunque mi vida se termine por ello, aunque mi cuerpo sea lastimado, aunque mi corazón sea destrozado

Y como si Namjoon conociera todos sus pensamientos, apoyó su frente en su hombro y suspiró pesadamente.

—Otra vez usando el perfume que te regalé. —Namjoon río bajo. —Tienes diez y siempre usas el mío.

—Quizas me guste tenerte cerca.—Se burló, aunque sabía cuánta verdad había en sus palabras.

Namjoon se alejó lentamente, sus ojos vagaron por el tatuaje de Seokjin, evidente en su cuello con aquellas rosas rojas como la sangre.

—Quizas. —Namjoon escondió sus manos en sus bolsillos y negó suavemente. Fué extraño porque en esos instantes Seokjin pensaba que él ya lo sabía.

Pero nada era claro, de todos modos nadie cambiaría y si Jimin se había dado cuenta, faltaba poco para que los demás lo notarán. Él ya se había rendido intentando ocultarlo, aunque tampoco lo decía en voz alta.

Secretos, celos, persecuciones, que exigieran su cabeza en una bandeja a cambio de una suma de dinero. ¿Qué podía salir mal? O más bien... ¿Qué podía ser peor que amar a un chico heterosexual y ganarse al mundo como enemigo por ello?

LOOK AT ME

.......

Nueva historia. Espero les guste. Denle amor.

Look At Me - Namjin - EN ESPERADonde viven las historias. Descúbrelo ahora