Capítulo 3

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Edén


Me remuevo en la cama, completamente adolorido y suelto un suspiro, hastiado de todo esto.

Vale, que estar en un hospital psiquiátrico no era mi fantasía más anhelada, en realidad esa es follar en alguna playa en Miami. Pero enserio, estar en un hospital psiquiatrico, cuando no tengo que estar en uno es... Exasperante.

¿Como llegué aquí? Pues un auto, duh.

¿Como fue que ingrese? Por la puerta.

¿Por qué estoy aquí? Porque me inculpe de un crimen, que claramente, no cometí.

Las cosas pasaron de una manera muy confusa, por lo menos para mí. Estaba tranquilo en mi habitación y al segundo estaba empapado en sangre.

¿La razón? Mi hermano mayor.

Trevor Verne, un chico con graves problemas de ira y con un trastorno de bipolaridad bastante avanzado, pero sin duda, el consentido de mi madre, creo que ya dedujeron el porque termine yo aquí y no mi hermano mayor.

Pero si aun no lo hicieron porque son mas lento que caracol viejo, yo les explicó.

Mi hermano en un gran y terrible ataque de ira, decidío matar a nuestro padrastro, si así, solo porque le nació del orto, bueno no, no se que pasó antes de que mi mamá gritara mi nombre y yo ver un gran y enorme charco de sangre.

Solo se que mi mamá me lloro y suplico para que me inculpara, yo claramente me negué pero ella me termino empujando a la sangre y como ya es de suponer, todo iba a apuntar a mi, dijo algo de negociar mi sentencia o algo así.

Mi hermano mayor, no se que hizo, pero terminó dejando sus problemas mentales, en mi expediente, así que la jueza decidió mandarme al hospital psiquiatrico.

Y así es como terminé aquí, en resumidas cuentas.

Si, yo también tengo ciertos problemas de ira pero no llego a matar, solo me voy enojado y manejo por las calles hasta que la rabia disminuye por completo y si te lo preguntas, si soy el típico "Chico malo y temido".

El punto es que, odio estar aquí y me quiero ir.

—¡Deja de molestar, Jaden!—Sonrió por inercia al escuchar la voz de mi psiquiatra.

—¡Suerte, polluela!.

La puerta se abre y puedo ver su cabello rubio, atado en una cola de caballo, al entrar suspira, claramente cansada y cuando sus ojos azules verdosos se topan con los míos, sonríe de lado.

—Hola, Edén—Su tono formal me hace querer rodar los ojos, pero me contengo y me dedico a mirarla.

La bata blanca le llega hasta la mitad de los muslos, bajo ella se oculta una falda de tubo negra y una blusa color azul pastel, lleva tacones color negro y su maquillaje es sencillo, ella en general se ve bastante sencilla.

Me gusta.

—Hola.

—¿Has dormido bien estos días?—Asiento lentamente—¿Has comido bien?—Vuelvo a asentir, sin ninguna expresión en mi rostro—¿Vas a hablarme?.

La Sombra En Sus Ojos [✔️] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora