Haylen Steel es una joven de 23 años, a la cual afronta los traumas de infancia otra vez y esta vez mas vividos.
Su vida fue un infierno, pero gracias a sus tatas que eran gente de dinero, pudieron darle las comodidades y estudio que ella necesitab...
Alguna vez Hayden soñó a que alguien la vieran como ven o como ella misma veía las putas constelaciones, que mientras la luna se encargaba de tapar el sol, no solo te dabas cuenta que estabas presenciando un momento indescriptible, si no que estabas dispuesto a mirar el cielo, aunque no supieras lo que es una constelación o que cinco planetas se pueden ver a simple vista en la noche. Hayden era una constelación sin terminar de descifrar, sin terminar de conocer cada parte que se unen y hacen una constelación que trasmite mucho más que paz.
Ese 29 de abril después de que Haylen entrara en un colapso mental, con ansias de romper todo y simplemente gritar a los 4 vientos; Subió a su coche y empezó a manejar hasta el lugar que le hacía poner cuerda, le transmitía paz el estar tan solo allí y llorar; Condujo hasta su destino, donde había aprendido a esconderse de las luces artificiales y así encontraría los mejores cielos. La laguna era bastante grande, donde se podía ver sobre el espejo del agua, a la luna llena, donde el cielo empezaba a contarle sus historias (o eso quería creer ella), que cada forma que le dejaban sus estrellas simplemente le contaba historias que solamente Haylen podría entender.
Al llegar a su lugar tan amado, que solía estar lleno de gente de día pero por las noches y mas por las madrugas, no había ni un puto fantasma. Eso le fascinaba ya que podría sentirse tranquila y despejar todo lo que le esté haciendo mal, así que ni bien llego y grito con toda ira y dolor que sentía en ese momento y que nadie entendería, pero una voz un tanto gruesa y suave, llamo la atención de Haylen.
-Nunca me anime de probar esa técnica, me gusta esa idea para serte sincero. Sirve para sentirte liviano? – Un moreno de ojos miel, con una sonrisa a medias y mirando fijamente a Haylen había ganado su atención.
El tan solo pensar que estaba sola ahí y con un tipo que aunque pareciera simpático, no sabría si sería un psicópata que le haría daño, el tan solo pensar esa idea aterro completamente a Haylen y a la vez se avergonzó por no haber mirado si había alguien cerca antes de hacer tal acto de gritar como una simple loca.
-Perdón no sabía que estaba acompañada, suele estar vacío a estas horas de la noche y para contestar tu pregunta, si sirve y mucho- mientras agachaba la cabeza avergonzada por aquel acto que recién había cometido, le contestaba- te dejare, creo que en otro momento vendré.
-Es la primera vez que vengo a este lugar por la noche...- El moreno de ojos de miel se ponía de pie para acercarse a Haylen- vengo de día cuando tengo tiempo libre pero esta noche, necesitaba venir aquí.
Haylen no podía mentir que le parecía atractivo pero se le había vuelto la ideas de que podía ser un psicópata que la esté siguiendo y este mintiéndole o peor, que sea un asesino serial. Se estaba atormentando nuevamente con sus pensamientos grises.
-Me llamo Ethan Brooks - se acercó para darme la mano pero ella simplemente se apartó hacia atrás- mmm, veo que me tienes miedo, no quería causar esa impresión- bajo su mano y agacho su cabeza, mostrando que se avergonzó de aquella situación- no quiero que pienses que te quiero lastimar, si quieres te dejo a que puedas despejarte y sentirte cómoda.
Los pensamientos grises de Haylen dejaron de existir por ese momento.
-No, creo que me haría bien un poco de compañía- Se acercó a Ethan para estrechar su mano y demostrarle que no estaba temiéndole-me llamo Haylen Steel- ambos estrecharon sus manos mientras que Ethan sonrió de costado y Haylen hizo la misma acción.
-Mucho gusto de conocerte Haylen Steel.
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