De todas las tormentas que Bulma había sobrevivido, esta fue la peor de todas, aquel día que Vegeta decidió romper todo aquello que habían vivido, sintió que todo ese amor solo fue una mentira, sus palabras de lastima la hirieron y en medio de la ll...
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Un sollozo salio en protesta por el dolor, — Yo no quería amarte... — muerdo mi labio soportando el terrible dolor que me rodeo, ¿en qué segundo todo termino así? Espere un momento que me dijera que esto era una simple pesadilla, trate de olvidar pero su imagen esta tan clavada en mi corazón que no logro soportar este infierno que se acaba de desatar.
¿Me dejaste para simplemente esto? ¿era tan mal visto decirme la verdad? Ahora solo quedan recuerdos vacíos de un dolor que no logro soportar. Un latido, solo necesite uno más, una pequeña verdad que hubiera cambiado. No me estaría matando en este momento. Hubiera preferido enterarme por tus labios. ¿Por qué no fuiste valiente antes? ¿tanta lastima te di qué fingiste tu amor?
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La lluvia ha caído por toda la ciudad, un dia tan frío como esas emociones que atravesaron mi mente, un terror me recorre y no puedo evitar querer gritar. Me bajo del auto mientras cubro con mis manos mi cabeza, corro hasta llegar a mi casa, evitando resbalar por el agua. Pero al momento de llegar al jardín delantero, puedo verlo. Esta de pie en medio de la lluvia con su cabello que desafía la gravedad, se encuentra justamente enfrente de mi, su mirada oscura sobre mi cuerpo. No puedo evitar sonreír, iba a llamarlo apenas llegara a casa, quería contarle lo bien que me fue con mi psicóloga, a pesar de tener miedo estaba avanzando. Sin importarme mi falda negra corro hacia él, lanzándome a sus brazos. Su calor me conforta. Noto su chaqueta de cuero negra.
Me siento extrañada al momento que él no me rodea con sus brazos, así que tomo distancia. La lluvia no nos importa. Su expresión es fría. Ladeó mi rostro; — ¿ocurre algo? — cuestiono preocupada.
Sus manos se guardan en su bolsillo, — Bulma, hay algo que debes saber. — anuncia, con voz ronca.
Trato de sonreír. — ¿Sucede algo malo?
— Podría deducir que lo es.
— Dime, ¿qué ocurre, cariño? — aquella ultima palabra se clavo en mi interior. Su gesto se contrajo, desvío su mirada hacia su costado. El frío no me intereso, sujeto mis manos nerviosa.
Deja salir un bufido, — no me llames así, no lo hagas. — una punzada se clavo en mi pecho al escuchar esas palabras.
Un nudo se formo en mi garganta, estábamos empezando de una mala manera. Una horrible sensación se apodera de mi, una enorme ola esta ahogándome. Niego con mi cabeza asustada, — no entiendo, ¿qué ocurre? — doy un paso hacia adelante.
