El salvaje

Capítulo 22: Chat de Yoruichi y Soi Fon

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Hichigo / Zangetsu blanqueado ( es inconveniente llamar a ambos Zangetsu)

Viejo Zangetsu

Nejibana

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Mientras Ichigo intentaba, y fallaba, tener una discusión con Nemu Kurotsuchi en la entrada del cuartel de la División 12 sobre si las extrañas acciones de Yoruichi Shihoin y Soi-Fong se debían a algo que hizo su padre , las dos mujeres en cuestión se mantuvieron firmes. , torpemente, en el despacho de la Capitána de Segunda División; una oficina que ambos habían ocupado.

Soi-Fong estaba detrás de su escritorio, tratando de decidir si debía sentarse y qué mensaje le daría a Yoruichi. Ella no quiso dar la impresión de que estaba intentando otener el control de esta conversación que bien podría ser una confrontación, pero tampoco le gustaba la idea de rendirse dócilmente a su ex-mentora después de que la mujer mayor la llamara Perra sin razón aparente. Yoruichi ya tenía la ventaja, ya que ella había sido la que había elegido la oficina como lugar de reunión; Soi-Fong había rastreado a su Reiatsu hasta el cuartel, y Yoruichi estaba apoyada contra la pared del fondo, como estaba ahora, cuando apareció la mujer más baja. Como si eso no fuera suficiente, Soi-Fong todavía podía sentir el calor en sus mejillas que le decía que el rubor que la repentina aparición de Ichigo indujo no se había desvanecido correctamente en este momento. Su autoridad no se benefició de la adición de quemar carne roja.

Yoruichi, mientras tanto, estaba mirando a su protegida, y lo había estado desde que llegó Soi-Fong. Ella no estaba necesariamente enojada con Soi-Fong; tenía sentido que la chica interfiriera, Yoruichi ciertamente no estaba contenta con la situación. Sus ojos se entrecerraron aún más sobre la actual capitana tomando su decisión y sentándose detrás de su escritorio sin decir una palabra. A cambio, Yoruichi se acercó a la mesa y decidió cambiar las tornas mientras ponía las manos en las caderas y volvía la mirada con toda su fuerza.

De repente, Soi-Fong se sintió como un niño que necesitaba un regaño.

"Pensé que te había enseñado algo mejor que esto, Soi-Fong", dijo Yoruichi, decepcionado. Su elección de palabras ciertamente no ayudó a Soi-Fong con el sentimiento antes mencionado. "No esperaba que fueras tan desconsiderada. Tan… egoísta ." Sacudió la cabeza y volvió una mirada triste a la chica sentada frente a ella. "¿Tienes algo que decir por ti misma?"

"Lo siento, Yoruichi-sama." Dijo Soi-Fong, y bajó la cabeza avergonzada.

"Y lamento decirte que deberías estarlo." Yoruichi le dio una falsa y triste sonrisa. "No llegarás a ningún lado si sigues pensando en ti misma".

"Yo ... yo no pensé que estaba siendo egoísta, Lady Yoruichi. Por favor, perdóneme." Soi-Fong miró hacia arriba, con una mirada suplicante.

Yoruichi se voltió, con un suspiro, y caminó de regreso a la pared en la que se había apoyado. Imaginando que había algo interesante en la superficie de madera, lo miró fijamente para darle a Soi-Fong la impresión de que estaba sumida en sus pensamientos sobre si perdonar o no a su ex protegida. Esto, a su vez, aumentó la culpa que sentía Soi-Fong, a pesar de no tener idea de lo que había hecho mal.

"Puedo ... a tiempo." Fue la respuesta de Yoruichi, cuando voltió los ojos dorados hacia la chica de cabello negro sentada detrás del escritorio con ojos desesperados que, por un breve momento, habían ganado una chispa de felicidad solo para ser aplastados bajo el talón de Yoruichi al continuar su oración. "Solo puedo esperar que no lo vuelvas a hacer".