Capitulo 17

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-Basta. – se quejó Louis. 

-¿No te ha gustado?

-No quiero que hagas esto, joder. ¿No lo entiendes? , lo hemos hablado.

-Pero tú empezaste.

-Ha sido una tontería. Déjame. – Louis volvió hasta la pequeña mesita, donde el vaso vació del trago de ___________________, se encontraba. Ella fue hasta el bar, le jodía Louis, siempre…siempre él, y sus indecisiones, y sus negativas. Le parecía que jugaba, nada más. 

-Dame un Martini – pidió _________________. El dueño del bar se lo preparó, casi al instante ___________________ lo tenía en sus manos, este se le quedó mirando, si sus ojos no mentían, se trataba de la hija del mismísimo presidente. 

-Te portas como un maldito cabrón. – susurró ella, después de volver a la mesa. Tomó de una el Martini, a Louis le preocupó.

-Soy todo, menos un cabrón.

-¿Entonces por qué no aceptas que te mueres por hacerme el amor? – gritó ella. Vaya indiscreción. Louis se le acercó. 

-Por qué no, no es correcto, entiéndelo. 

-Entonces acuérdate de que me lo has dicho, antes de dejarme con las ganas. – lo miró mal. Se arregló la parte superior del vestido, casi y Louis podía lograr verle un seno. Pero vamos, como le hubiera gustado hacerlo. 

Se quedó callado, la noche no iba saliendo bien, a pesar de los intentos. ___________________ se pidió otra Martini, Louis pronto le prohibiría tomar más, no le gustaba verla así, y por su culpa, pues lo era, _________________ no era un juguete, y él…él no era de piedra. Pronto, caería. 

-Ya vengo. – murmuró ella. 

-¿A dónde vas? – dijo él poniéndose de pié, al igual que ________________. Ella saludó a alguien, a espaldas de Louis, miraba coquetamente tras sus espaldas. 

-No te importa, no voy a salirme de aquí. 

Louis se volteó, atrás, un hombre en otra mesa, tomando quién sabe qué, saludaba a ____________________ con la misma indiscreción que ella. _______________ se dio cuenta.

-¿Me dejas ir con él? , míralo…- le dijo acercándose a su oído, Louis no le quitaba el ojo. – al menos él si podrá hacerme compañía. – murmuró, cogió su bolso empañado en perlas preciosas, sobre sus manos. Intentó caminar hasta la mesa siguiente, donde ese apuesto hombre se encontraba. Louis la cogió del brazo, regresándola hasta él. 

- Te he permitido todo, pero no irás con él.

- ¿Por qué no? , no tengo a nadie, no tengo novio, ni siquiera un amigo…- a Louis le dolió escuchar eso, y muchas sabiendo que era verdad. 

-¿Haces esto por mí? – le preguntó Louis. – no me darán celos ____________________…- mintió. 

-No todo eres tú, Lou. – le sonrió __________________. Casualmente, sacó un poco de brillo labial de su bolso, aplicó un poco en sus deseables labios. Lo dejó con las ganas, a estallar. Louis la vio caminar hasta la mesa siguiente, y escuchó salir de los labios de ese tipejo un…’¿Era tu novio? Y otro ‘por supuesto que no’ de los labios de __________________. Le jodía, en lo más profundo de su cuerpo, de su alma. Que _____________________ se haya echado ese brillo labial para sorprender a otro hombre, ya era mucho. Apretó el puño, y se volteó a mirar a ___________________, de espaldas a él, reía con ganas junto a su nuevo acompañante, como ella misma lo había calificado. Lo que tenía que aguantar, por no a verla hecho suya mucho antes. No quería ni siquiera ponerse a pensar qué cosas le hablaría, si la tocaba, si miraba sus ojos, si besaba sus labios. Después de todo, _________________ se lo había dicho, estaba soltera, y había ido a distraerse, de él…sobre todo. Pero no quería, y lo negaba, odiaba ver a __________________ con otro, le fatigaba, le molestaba, era de él, de él y de nadie más, era su ___________________, de él, y Louis lo sabía, pues ella le había pedido muchas veces que le hiciera el amor, joder, ¿no intentaría lo mismo con otro? , no claro que no, si se lo había pedido era porque había algo más en ellos dos que simple deseo, lo cual explicaba el por qué Louis ahora se moría de los celos.

I'll be your protector|  (Louis y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora