La entrada de Sariel no había sido tan despampanante como He Tian lo había supuesto-una rendija de luz, él saliendo por ella y eso había sido todo-. Bastante aburrido a decir verdad. Los demonios eran mucho más elaborados con sus revelaciones: fuego, mucho fuego, entre más fuego mejor; quizás voces agonizantes aclamando piedad y tamaños imponentes para hacer todo más dramático. Los Ángeles, por su parte, eran más sosos.
'¿Qué hace él aquí?' había preguntado el Arcángel tan pronto reparó en su presencia.
'Señor Sariel, lo lamento...' comenzó a disculparse Jian Yi, pero fue interrumpido.
'Sabes que no podemos relacionarnos con estos seres'
'Lo sé, señor Sariel, es sólo que...' empezó a hablar pero volvió a ser interrumpido.
'¿Acaso sientes simpatía por esté demonio?' preguntó con tono despectivo.
'Yo...' susurró Jian Yi volteando a ver a He Tian.'¿Qué rayos pasa con ustedes?' habló por fin He Tian, aquel Arcángel lo estaba sacando de quicio y estaba dispuesto a enfrentarlo.
'He Tian, prometiste comportarte' lo enfrentó Jian Yi poniéndose en medio de ambos.
'Pero él está siendo un idiota' respondió el demonio.
Sariel inmediatamente sacó de la palma de su mano, una imponente espada. He Tian lo miró divertido, siempre era gratificante hacer enojar a aquellos "seres de luz". Él también lo imitó, apareciendo un tridente que parecía arder, lo apuntó directo hasta su rostro -sin importarle lo cerca que estuviera de JianYi-.
'¿Estás tratando de iniciar una guerra?' preguntó Sariel, su mirada afilada.
'No, estoy tratando que escuches lo que Jian Yi tiene que decir, sólo eso' acto seguido, guardó su arma. No quería parecer hostil, ni meter a Jian Yi en problemas. El Arcángel lo imitó.
'Bien, te escucho' dijo finalmente, guardando sus alas y tomando asiento al extremo opuesto del demonio.
Jian Yi se dedicó a contarle lo que estaba pasando con Mo GuanShan, también lo que He Tian le había dicho -ya que Sariel no lo deja ni abrir la boca-, claro que omitieron el detalle en el que el demonio se había enamorado del humano. El Arcángel parecía molesto, intrigado y asombrado en cada parte que su subordinado le relataba.
'Eso no puede ser' había dicho, ya no tan tranquilo, después de que Jian Yi terminó el relato. 'Yo mismo hablé con Mammón, le expliqué el por qué no podemos interferir en la vida de ese humano'
'Bueno, el señor Mammón no es el ser más confiable. Es un demonio, por Lucifer, sólo a ustedes se les ocurre creer que él les haría caso' habló finalmente He Tian, aprovechando el descuido de Sariel.
Ante la mención de 'Lucifer' ambos ángeles lo miraron horrorizados.
'¿Por qué nos estás dando está información?' preguntó Sariel, después de recomponerse.
'Porque ese humano... es importante para mí' respondió finalmente, luego de pensarlo por un rato.
'A partir de este momento, Jian Yi se hará cargo de él' habló, dirigiéndose al Ángel, este asintió obediente.'¡No dejaré a mí humano, a cargo de un despistado Ángel!' gritó He Tian, sus ojos rojos ardiendo de indignación y mostrando su verdadera apariencia.
'El sujeto en cuestión, no es TU humano' respondió Sariel, en posición desafiante.
'¡Lo es!' volvió a desenfundar su tridente. 'Y ni tu, ni tu Dios o mi señor, me lo van a arrebatar'
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DEMONS
FanfictionDonde los Demonios y los Ángeles se divierten con los humanos... ◇Los personajes no me pertenecen.