MEMORY

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¿Era normal preferir vivir abrazando un recuerdo que volver a comenzar olvidándolo todo?

Él no era una persona digna de olvidar, claro que no, él era tan magnifico que me es imposible el solo pensar que algún día su recuerdo no estará.

Me llamo Naian, y más que mi historia, esta es la historia de él.

Todo comenzó años atrás, cuando tenía 6 años. Estaba en el parque corriendo por todos lados, mi cuerpo menudo desfilaba con la rudeza que solo podía tener una niña traviesa, mi cabello lacio y color cenizo volaba por los aires haciendo de él, cada que paraba, un nido gigante de pájaros, pero que desastre que era en ese entonces, aún lo soy pero de forma distinta.

El parque estaba lleno de color y risas de pequeños niños que al igual que yo, se divertían.

Iba a correr para subirme al sube y baja, pero entonces vi una cabellera negra danzar desanimadamente hacia el columpio, él era más alto que yo, parecía tener más años que yo también, pero había una diferencia más marcada aún, su rostro no estaba feliz, el mío sí.

Él de forma perezosa, con la cabeza agachada y las manos dentro de los bolsillos de su pantalón azul oscuro, avanzaron hasta sentarse en el columpio de la esquina izquierda, quieto, sin mecer su cuerpo, sin balancear sus piernas y sin volar por los aires, con solo sus pies colgando muertos.

《¿Qué le pasó? ¿Estará triste?》

Decidí acercarme, sin correr, pero si dando saltitos de entre paso y paso que daba.

Cuando llegué hasta él, me senté a su lado y balanceé mis piernas en silencio, no dijo nada. Pero alguien tenía que hacerlo y esa fui yo.

- Hola. -dije y puse mi cabeza de lado tratando de encontrar sus ojos entre la manta de cabello negro que los escondía.

- Hola. -dijo apenas, bajito y sin moverse de su posición.

- ¿Estas triste? -le pregunté.

- Eso creo.

- ¿Te hago preguntas para distraerte?, mami dice que cuando te distraes y no piensas en lo malo, se te olvida y así te sentirás mejor.

- Está bien.

- ¿Como te llamas?

- Edu. ¿Tú?

- Naian. ¿Te llamas Eduardo o solo Edu?

- Solo Edu. Edu Lenin Black Jonhson.

- Yo soy Naian Azul Steven White.

- Somos como colores opuestos.

- ¡Es cierto! -grité sorprendida y empecé a reír.

De reojo pude ver como él también se reía, pero de forma vaga, haciendo que su cabello se moviera y se pudieran apreciar sus ojos verdes.

- ¡Tus ojos son verdes! Mami me contó que las personas con ojos verdes son difíciles de encontrar. Eres especial.

-Sí, lo soy. Aunque por tu cabello, podría decir que tú también lo eres.

Sonreí como siempre hacia al recibir un cumplido, ya sean de las amistades de mis padres, de mis amigos y ahora de Edu.

Desde entonces todos los fines de semana podía jugar con él en el parque, nunca vi a sus padres, pero él me dijo que era porque sus padres dejaban que él fuera solito, ya que su casa estaba cerca.

3 años después, cuando yo tenía 9 y él 10, supe que aquel día que me acerqué su madre había fallecido.

Si antes éramos muy amigos, cuando me contó aquello nos apegamos más.

Columpiarme En Su RecuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora