"Mi pequeño gran error"

~No Necesito Que Me Ayuden~

Máx lo veía en los ojos de Lía, la conocía desde que tenía 5 años, y que aceptará a que Mike se quedara era solo por dos motivos, porque el no tenía a dónde ir y se lo debía, y porque sabía que Máx llevaba 3 años estudiando teoría y, si aprobaba ese examen, empezaría a hacer las prácticas físicas. Lía sí odiaba una cosa, era sentirse dependiente de alguien, en cuanto Máx se fuese de la casa, Lia dejaría de fingir, pero por el momento a Máx no le preocupo del todo.

Tras una semana en el hospital...

Mike recogió las pocas cosas de su piso y se las llevó a la casa, ésta era realmente grande, con dos baños, tres habitaciones y garaje y sótano. Máx le enseño primero el piso de abajo; la sala, la cocina, el baño, el garaje y la alacena en el piso de abajo. Después el piso de arriba; la habitación de los padres, (a la cual no se puede pasar), la vieja habitación de Fritz que había sido reformada para que no tuviera ni rastro del desaparecido, el baño de arriba y finalmente la habitación de Lía y Mia, a la cual, ya no habían sus dos camas,  sino una sola

Lia: -¿y la cama y cosas de Mia?-

Max: - pues... *se rasca el cuello por la incomodidad y culpabilidad de decirle*-

Lia: -¿pues?-

Max: -verás no quería que pensaras en lo sucedido últimamente, así que he llevado las cosas de Mia al sótano, espero no te importe, la primera idea fue tirarlas y ya, pero Mike no me dejo-

Mike: -claro que no, esta bien olvidarse de una muerte, pero no de la persona muerta, solo le e ayudado a llevarlas cosas al sótano para que no pienses en lo ms reciente, pero siempre y cuando que quieras podrás bajar y verlas-

Lia mira por unos momentos su habitación medio vacía con lástima y nostalgia, pero recuerda todo lo que le hizo hacer su hermana, la tristeza se fue y sonrió levemente mirando a ambos chicos. Mike le devuelve la sonrisa al igual que Max.

Narra Lía.
~quizás nos vayamos a llevar bien~ pensé en ese momento, luego de que se fueran negué con la cabeza para mí misma, no, él piensa que me tiene que cuidar porque estoy de momento en una silla de ruedas, pero dentro de nada, volveré a ponerme de pie aunque sea con muletas y cumplire con la única promesa que iba a mantener, averiguar que fue de Fritz y encontrar al culpable~ Eso era lo que tenía e iba a hacer, pero esta vez no necesitaría ayud-
*tocan un par de golpes en la puerta, y Mike abre la puerta*

Mike: - hola Lía, *pasa a la habitación y se agacha un poco hasta estar a la altura de la menor sentada en la silla* bueno Max ya se a ido, son las 12 de la mañana aún, ¿te gustaría hacer algo?-

Lía al oír que Max se fue cambia totalmente su expresión a una un poco seria, -no, gracias no quiero hacer nada, solo voy a estar con el portátil y ya, estoy algo cansada- Mike se queda algo impresionado por el gran cambio de expresión de la menor, cuando reacciona se despide de Lía y sale de la habitación, cerrando la puerta a su paso.

Narra Mike
Esa chica es realmente misteriosa, pierde a su hermana y parece que le da totalmente igual, ¿quizá esta le habrá hecho algo malo a Lía? Y además, ¿porque se comportó diferente con el al saber que se fue Máx?

No puedo dejar de hacerme preguntas de esa chica, ¿le debería decir a Máx que cuando la llevo al hospital tenía una pistola con 5 balas cargadas cuando tenía espacio para 7?...  No, sería una mala jugada decírselo a Máx, pero si se lo decía a ella querría recuperar el arma probablemente, así que sería mejor dejar las cosas como están.

Máx me había dejado un poco de dinero, me dijo que Lia necesita ropa nueva, pero apenas eran las 12:37, y tendrían que comer en 2 horas... Aunque pensándolo mejor si comían en un sitio que le gustara a Lía quizá dejara de ser tan cabezota con lo de que quería estar sola, realmente parece una persona demasiado independiente, no le agrada estar sin poder caminar, y menos que la tengan que cuidar.
 
Mike paso rápidamente por el pasillo y toco la puerta de Lía, esta le dijo que pasará

Lia: - pasa algo? -

Mike: - bueno, p-pues, me preguntaba si te gustaría comer fuera, ya sabes en algún lugar, y después podríamos ir a comprar ropa, s-si te parece bien claro -

Lia: - realmente suena bien *se sonroja notablemente*

A Lía le agradaba mucho esa idea, además, le había preguntado su opinión, cosa que ya nadie hacía desde hace mucho, no podía evitar sonreír, pidió al mayor que saliera de la habitación para cambiarse, aunque tuviera la silla de ruedas, ano tenía problemas para lo demás, ya que sólo no podía caminar pero no pasaba nada para hacer cosas habituales como ir al baño o cambiarse.

Lia finalmente se termina de vestir y se da cuenta de que la illa de ruedas está más lejos de su cama que donde le gustaría, estira el brazo y el cuerpo intentando no hacerse daño pero no llega a alcanzar la silla, finalmente se rinde y llama a Mike para pedirle ayuda.

Narra Mike:
Estaba ya cojiendo las cosas importantes, como cartera, móvil y llaves, cuando oí a Lía llamandome. Subí rápidamente hasta arriba para encontrarme con que, ella estaba sentada en la cama, y la silla estaba demasiado alejada de la cama.

Así que la cargue rápidamente para ponerla sobre la silla, ella apartaba la mirada con cierto sonrojo, mis sospechas eran ciertas, me daba vergüenza pedir ayuda. Parecía tan delicada durante un momento, indefensa y linda, quería tenerla así durante más tiempo, además era pequeña y apenas pesaba, era genial esa sensaci-  –Mike?–

Rápidamente Mike volvió en sí y llevó a Lía hasta abajo, la dejó sentada en una silla normal y volvió a subir con su silla de ruedas, –como me gustaría volver a caminar normal– dijo Lía por lo bajo, –ya se, pero de momento tienes que esperar–, ~¿¡como me había oído!? Si no estaba ni allí y lo dije susurrando~ pensó Lía por dentro, al parecer Mike tenía demasiado buen oído, habría que tener eso en cuenta.

Fueron a comer a un restaurante de comida rápida en el centro comercial de la ciudad, y después fueron a diferentes sitios de ropa, fue realmente divertido para ambos, Mike no quería gastar nada del dinero para el, pero Lía fue muy insistente en que se comprara alguna prenda. Así que se cojio solamente una sudadera por la insistencia.

Lia nunca se lo habia pasado tan bien en su vida como ese día, todo fue genial, Mike era muy divertido en todos los sentidos, fue muy linda la tarde, ya que hasta más 7 de la tarde no llegaron a casa. Mike acomodó toda la ropa, a pesar de que Lía insistiera en no necesitar ayuda, parecía la frase más habitual de todo el día, "no necesito que me ayuden" la repetía continuamente, pero era demasiado tierna al decirla con esa carita de seriedad y vergüenza.

Después de organizar las compras se pusieron la tele y vieron películas juntos, Lía se estaba quedando ya dormida, así que Mike se ofreció a llevarla a su habitación, pero Lía insistió en quedarse allí, era realmente cabezota. Finalmente Mike la cargo con delicadeza y rapidez y la llevó hasta arriba, Lía no podía quejarse, porque tampoco es que pudiera moverse mucho, así que se dejo.

Mike acostó con cuidado  a Lía en su cama, y se percató de que Lía dormía con un pequeño peluche de un zorro rojo, hábilmente lo cojio y lo examinó con la mirada, –no estás un poco mayor para dormir con peluche– con una sonrisa de lado miró de reojo a la menor que se tapaba con la manta avergonzada –hhey, tranquila era broma,– *le devuelve el peluche* –es muy bonito, ¿donde lo conseguiste?– Lía deja de taparse con la manta y empieza a hablar –era de mi hermano mayor, el que desaparecio... – Mike se sintió mal por recordarle cosas así a Lía, así que la abrazo gentilmente para luego irse de la habitación despidiéndose con un buenas noches

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Adivinen quién más se va a dormir??? Si jeje yop,  que son las 00:19 y ya me dio sueño UnU. Bueno, los leemos otro día, antes de irme, me gustaría que votará la historia si os gusta, me harías una gran ilusión porfa TwT, ahora si, Chau!